Quienes pensaban que al púgil norteamericano Deontay Wilder le quedaba algo de las brillantes facultades que exhibió en su mejor momento, estaban equivocados.
El pasado sábado, en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita, terminaron de convencerse de que de aquel “Bombardero de Bronce”, como le apodan, que aniquilaba a sus rivales de un solo golpe y que hizo 10 defensas exitosas de la corona mundial de los pesados, ya no queda nada.
Wilder fue noqueado de manera humillante y aplastante por el gigante chino Zhilei Zhang, en una pelea en la que el estadounidense se jugaba su última carta para permanecer en la escena boxística como contendiente de consideración.
Zhang, peleador de poco hablar, despachó con un nocaut técnico en el quinto asalto a Wilder, a quien propinó dos sólidas derechas que bastaron para enviarlo pesadamente a la lona y que éste se levantara mareado, totalmente aturdido para que el referí decretara la victoria del oriental y de paso probablemente pusiera punto final a la carrera del norteamericano.
Fue el triunfo número 27 para Zhang y su nocaut 22, con apenas dos derrotas, en una pelea en la que si bien no hubo la intensidad esperada, si resultó bastante movida durante el poco tiempo de acción que registró.
Era previsible que el combate no llegaría al límite, en razón de que se enfrentaban dos grandes noqueadores, pues si bien Zhang exhibe su impresionante marca de triunfos por la vía rápida, no menos cierto es que el récord de Wilder en ese sentido, es extraordinario, debido a que, de sus 43 triunfos, compila 42 por nocauts –ahora suma cuatro derrotas y un empate-. Es decir, apenas uno pudo llegarle al límite, los demás no resistieron su devastadora pegada.
Sin embargo, quedó evidenciado de que Wilder no tiene ya nada que hacer en el boxeo. A excepción de un primer asalto que fue más bien parejo y de poca acción, el resto de la contienda fue dominado claramente por Zhang, quien siempre mantuvo la presión sobre su rival, mientras que éste trataba de detenerlo con un débil jab de izquierda que no hacía ningún daño.
A partir del segundo asalto,Zhang pasó a dominar las acciones, y aún cuando en el quinto Wilder previo a ser noqueado conectó sus golpes de mayor consideración, la realidad es que Zhang en ningún momento se vio apuros.
Ahora Wilder de sus últimas cinco peleas, suma cuatro derrotas, tres de ellas por la vía de la anestesia.No se sabe hasta el momento qué decisión tomará Wilder sobre su futuro. Empero todo luce indicar que lo más conveniente para él será que anuncie su retiro definitivo, en aras de que pueda preservar su salud y parte de la gloria que acumuló durante su trayectoria de 16 años en los tinglados –debutó en el 2008-, en la que durante cinco de ellos fue campeón del mundo.
Zhang, de su lado, un exmedallista de plata olímpico y exmonarca mundial interino, a sus 41 años de edad, se le abren las puertas para conseguir peleas más lucrativas incluida la posibilidad de disputar el campeonado mundial absoluto de la división en poder del ucraniano Oleksandr Usyk.
Su contundente demostración lo coloca en una posición privilegiada para las grandes peleas, con buenas posibilidades de recibir un chance mundialista. Para él, “lo mejor está por venir”. Ojalá y pueda responder eficientemente a los retos que le depare su promisorio futuro. Ya veremos.
ESQUNITAS-En la misma velada, el ruso Dmitry Bivol, retuvo su campeonato mundial de los semipesados versión Asociación Mundial de Boxeo –AMB-, tras noquear técnicamente en seis asaltos a su retador Malik Zinad y el inglés Daniel Dubois también noqueó en ocho asaltos al ruso Filip Hrgovic. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:El puertorriqueño José Torres fue el primer latino en conquistar el campeonato mundial de los semipesados -175 libras-, en cuya ocasión venció por nocaut en nueve asaltos al norteamericano Willie Pastrano. Ocurrió en 1965, en el Madison Squiare Garden, de Nueva York. Torres, además, previamente había sido medallista de plata en los Juegos Olímpicos de 1956, celebrados en Melbourne, Australia. ¡Suena la campana! ¡Climmp!
Pie
Zhilei Zhang, izquierda, noquea a Deontay Wilder. Foto fuente externa.