NUEVA YORK — Los Bombarderos del Bronx finalmente despertaron.
Necesitando de una victoria para seguir con vida en la Serie Mundial tras verse abajo 0-3, los Yankees se impusieron de manera contundente por 11-4 a los Dodgers en el Juego 4 el martes en Yankee Stadium, forzando así un quinto partido. Lo hicieron de la misma manera en que triunfaron durante la temporada regular: a fuerza de cañonazos.
El batazo más impactante de la noche lo dio el campocorto Anthony Volpe en la parte baja de la tercera entrada. Con el marcador 2-1 a favor de los Dodgers, producto de un jonrón del inicialista de Los Ángeles, Freddie Freeman, y un roletazo productor del jardinero izquierdo de Nueva York, Alex Verdugo, Volpe llegó al plato con las bases llenas y empalmó su primer cuadrangular de la postemporada — un grand slam que puso a gozar a un público del Bronx ansioso por señales de vida de una ofensiva que había anotado apenas siete veces entre los tres partidos previos.
“Simplemente estábamos preparados”, dijo Volpe, oriundo de Nueva York, quien famosamente fue fanático de los Yankees en su niñez. “Ellos se fueron con un juego del bullpen, y es un poco difícil de prepararse. Sus lanzadores tienen un buen repertorio, pero teníamos tanta confianza en nosotros antes de empezar que simplemente no veíamos la hora de jugar.
El receptor Austin Wells agregó un bambinazo en solitario en la parte baja de la sexta, y el intermedista venezolano Gleyber Torres empalmó un batazo de tres carreras en una parte baja del octavo inning de cinco carreras para Nueva York. Con excepción del primera base Anthony Rizzo, todos los integrantes de la alineación de los Bombarderos se embasaron el martes.