Aunque despacio, las artes marciales mixtas se van ganando un espacio en el ámbito deportivo dominicano.
Con frecuencia se presentan carteleras en diversos escenarios nacionales, muy en especial en Santo Domingo, y ello de algún modo va contribuyendo al desarrollo de esta disciplina en suelo doméstico.
Y que conste, los dominicanos han demostrado que tienen el talento para triunfar en playas extranjeras en este exigente y rudo deporte.
En ese contexto, podría servir de ejemplo el caso del dominicano Waldo Cortés-Acosta, quien se ha abierto paso en lo que hoy día se constituye en una de las grandes mecas de las Artes Marciales Mixtas:Los Estados Unidos.
En efecto, Cortés-Acosta, quien en principio fue beisbolista (fue firmado como lanzador por los Rojos de Cincinnati) y es nativo de Barahona, ha comenzado a hacerse sentir en Norteamérica en base a esfuerzo, sacrificio y una notable calidad para esta modalidad deportiva, también conocida como UFC.
El pasado sábado, por ejemplo, en el Enterprise Center de San Luis, Missouri, Cortés-Acosta logró lo que hasta ahora ha sido su más valioso e importante triunfo en su corta y exitosa carrera. Su víctima lo fue el gigante de ébano cubano, Robelis Despaine.
Cortés-Acosta, a quien apodan “El Salsa Boy”, venció por decisión unánime a Despaine y de paso le propinó su primera derrota. Hay que hacer la salvedad de que este resultado fue una sorpresa, pues la inmensa mayoría consideraba que Despaine iba a noquear o a vencer por sumisión al dominicano.
Ocurre que en el caso del cubano, éste está considerado como uno de los más fuertes pegadores en la división de los pesados y un noqueador espectacular. Previo a dedicarse a las artes marciales, Despaine fue un sobresaliente atleta de taekwondo e incluso ganó una medalla de bronce en las Olimpíadas Londres 2012.
Ya en las artes marciales, Despaine sumaba cinco triunfos en línea, todos ganados antes de concluir el primer asalto. Sin embargo, al dominicano Cortés-Acosta no le importó este impresionante antecedente de su rival ni tampoco su físico de dos metros de estatura y sus 260 libras de peso.
Cortés-Acosta hizo la pelea de su vida frente a Despaine a quien dominó durante los tres asaltos de cinco minutos que duró la contienda, muy en especial con un patrón de pelea que le dio muy buenos resultados, le peleó generalmente en el piso al cubano a quien tiró varias veces y lo castigó con todo durante la mayor parte del trayecto para, al final, llevarse una merecida y amplia victoria(los tres jueces votaron a su favor:30-27, 30-27 Y 30-26).
Ante el tipo de combate que desarrolló Cortés-Acosta, teniendo el piso como base, Despaine lució indefenso, sin habilidades para defenderse y contraatacar. Fue dominado en su totalidad por el quisqueyano.
El triunfo es el número 12 para Cortés-Acosta, el tercero en forma consecutiva, con un solo revés.Se prevé que ahora entrará al ranking entre los mejores 15 del mundo en la división reina y posiblemente en un futuro no lejano lo veamos disputar el campeonato mundial, en un deporte altamente competitivo y en donde para alcanzar estratos de estelaridad hay que tener calidad suprema y una sólida preparación físico-psicológica. Cortés-Acosta, empero, es una sólida esperanza en ese sentido. Hay que seguirlo. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:El 26 de septiembre de 1908 se produjo un acontecimiento que difícilmente volverá a ocurrir. El pitcher Ed Reulbach, nativo de Detroit, Michigan, fue el abridor del doble juego que su club, Cachorros de Chicago, sostuvo ese día ante los entonces Dodgers de Brooklyn y en ambos logró apuntarse una blanqueada.!Suena la campana! ¡Climmp!
Pie
Waldo Cortés-Acosta, izquierda, y Robelis Despane. Fotos fuente externa.