Rafael “Bodega” Aybar (2da. Parte)
Ayer iniciamos estas entregas con Pedrito Cruz, en torno a la importancia de que el alcalde municipal, licenciado Abel Martínez Durán, rinda tributo a una serie de figuras que dieron brillo al boxeo de Santiago, la región y el país, plasmando en murales sus recuerdos de manera gráfica.
Hoy corresponde enfocar parte de la trayectoria de un entrenador que fue icónico en el boxeo de Santiago, quien sembró raíces históricas en este deporte durante una extensa trayectoria, no solo enseñando pugilistas, sino también como boxeador.
En efecto, su nombre fue Rafael “Bodega” Aybar, ya fallecido, y junto a Pedrito Cruz conformó la pareja de mayor prestigio y reconocimiento como entrenadores que ha dado el boxeo local.
De hecho, ambos, de algún modo, quizás sin proponérselo, tuvieron una especie de rivalidad en lo que respecta a sus respectivas cuadras y gimnasios, aunque no hubo nada personal, sino que todo se limitaba a lo profesional.
Al igual que a Pedrito, a “Bodega”, sus pupilos también le llamaban “Maestro”. Que conste, hay que señalar que previo a convertirse en entrenador, Aybar fue boxeador.
Nacido en Santiago, en 1907, de acuerdo a informes, “Bodega” boxeó profesionalmente en los años 20s.
Ciertamente, no destacó mucho en esta faceta, pero algunos historiadores recuerdan entre sus mejores combates los escenificados ante rivales como Kid Colmillo y Tommy Beato “El Torito de San Carlos”, entre otros.
A su retiro se convirtió en entrenador y fue ahí donde su carrera dio sus mayores frutos durante más de 40 años.
Dotado de un “ojo clínico” para descubrir talento y de una virtud excepcional para enseñar el arte del boxeo en su expresión más alta, “Bodega” Aybar fue también un hacedor de campeones.
Tenía la particularidad de “construir”, si cabe el término, un gimnasio en cualquier lugar improvisado, ya sea un basurero o a orillas de un río, lo suyo era enseñar a boxear sin importar las condiciones ni las limitaciones. Precisamente, en sus inicios daba práctica a orillas del Río Yaque del Norte, al término de la Avenida Hermanas Mirabal, en la parte baja de esta ciudad de Santiago.
Además, entrenó boxeadores en el patio del Colegio San José, donde está la iglesia del mismo nombre, en el sector de Bella Vista y en el local de la ya desaparecida “Liga 11 de Enero”, ubicado en la Avenida Imbert, entre otros.
El Maestro “Bodega” se caracterizó siempre por enseñar el boxeo fino, la técnica en su grado más excelso y la mayor parte de sus boxeadores se distinguieron siempre por exponer a la perfección el arte de “dar sin recibir”, que es, de manera exacta, la esencia del pugilismo.
Sin embargo, probablemente quienes mejor captaron sus enseñanzas en ese sentido y representaron de manera más genuina su escuela, fueron Darío Hidalgo y Félix Burgos “Kid Meneíto”, dos superdotados de finos encajes técnicos que practicaron el boxeo científico y que supieron ejecutarlo muy bien.
Empero, “Bodega” también formó otros notables estilistas que lograron destacar en el coliflorismo nacional e incluso internacional, entre ellos: Félix Serrata, Lucas Hernández “El Saga”, Kid Morao, Jorge “Chino” Leo, José “Moñita” Jiménez, exdoble campeón nacional de pluma y ligero junior, entre otros.
Rafael “Bodega” Aybar representó la época romántica del boxeo, ya que desempeñó, hasta donde sabemos, su labor como entrenador por puro amor al deporte. Es decir, no cobraba por su trabajo, lo hacía gratis.
Fallecimiento…
Aún activo, lamentablemente falleció a principios de la década de los 80 cuando fue embestido por un vehículo en momentos en que transitaba en su destartalada motocicleta por una calle de una barriada de Santiago.
Para entonces “Bodega” contaba con más de 70 años de edad, su salud no era la mejor y sus condiciones económicas eran precarias, siempre lo fueron. Así, dolorosamente llegó a su fin uno de los más grandes entrenadores que ha dado el boxeo dominicano en toda su historia. Su legado, no obstante, lo mucho que aportó al desarrollo del pugilismo doméstico, no morirá jamás. Es de justicia un mural en su memoria.
PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: A propósito de que acaba de llegar al país, Marileidy Paulino, medallista de oro en el recién pasado mundial de Atletismo, es oportuno decir que el norteamericano Mike Powell tiene el récord en salto de longitud en un Mundial, tras saltar 8,95 metros. ¡Suena la campana! ¡Climp!
Pie
El maestro Rafael “Bodega” Aybar, centro, figura junto a parte de los púgiles que entrenaba en una etapa de su larga carrera. Foto fuente externa.”