Parte 1
Las gestiones del actual alcalde municipal de Santiago, licenciado Abel Martínez Durán, candidato a la presidencia por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), le han dado vigencia como nadie a la instalación de murales en la ciudad que honran a glorias del arte, la cultura y el deporte dominicano.
Así vemos cómo en el centro de Santiago y en diversos sectores populares se plasman las imágenes de leyendas de nuestra música popular, pintores y atletas que sobresalieron en disciplinas como béisbol y baloncesto.
Sin embargo, hasta ahora han estado ausentes en esas obras artísticas, de singular belleza, grandes luminarias que el boxeo de Santiago dio al país y al mundo.
En ese contexto, “hay mucha tela por donde cortar”, como se dice en el argot popular, si se advierte que son muchos los grandes exponentes que Santiago ha producido en este deporte, en diversas facetas.
Y que conste, esta será la primera entrega de varias que haremos en ese sentido, en torno a entrenadores y pugilistas, entre otros, que supieron dar brillo al pugilismo doméstico en sus respectivas vertientes.
Así, pues, comenzaremos con el primero. Es un personaje bastante conocido no solo en Santiago, el Cibao y el país, sino también en el exterior, en razón de su extensa y fructífera trayectoria.
Se trata de Pedro Cruz, fallecido hace varios años, más conocido como “Pedrito”, un nombre intrínsecamente ligado al boxeo santiaguense, cuya memoria honra hoy el gimnasio más viejo que hay en Santiago.
En efecto, es muy difícil que un deportista, le guste o no el boxeo, no conozca el Gimnasio “Pedrito Cruz”, ubicado en el lateral izquierdo del Estadio Cibao, el cual por más de 60 años ha operado allí y ha sido centro para que cientos de boxeadores se desarrollen y aprendan los secretos de esta noble disciplina.
“El Maestro”, como le apodaban, nació en el sector de Nibaje en esta ciudad, en los inicios del siglo pasado; hay fechas imprecisas al respecto, algunas datos establecen que en 1912 y otros en 1924; y desde muy temprana edad, a los 12 años, incursionó en la práctica del boxeo.
Su hermano Vicente Cruz, otra gloria del boxeo dominicano y quien ya para la época era muy popular, le sirvió de mentor y maestro. Ahí bajo su tutela fue aprendiendo el arte del boxeo para posteriormente hacer carrera tanto en el plano amateur como en el profesional.
Datos extraoficiales establecen que como profesional del tinglado, en una carrera que se extendió por varios años, Pedrito Cruz tuvo récord de 95 peleas, de las cuales ganó 83, con seis derrotas e igual cantidad de empates.
Como entrenador…
Empero, si su trayectoria fue sobresaliente como boxeador, lo sería aún más como entrenador. Ciertamente, en la década del 40 y tras su retiro como peleador activo, Pedrito inició su recorrido como entrenador, en cuya actividad, a la que dedicó su vida, se convertiría en un hacedor de campeones.
Todas las tardes, durante más de 40 años, Pedrito Cruz hizo de su gimnasio un templo y convirtió en religión su compromiso para con la juventud de Santiago, la región y el país.
Y esa consagración, ese amor por el boxeo dio sus frutos. Su talento para la enseñanza de este deporte permitió que formara pugilistas de la talla de: Ignacio Espinal, campeón nacional mosca y uno de los mejores del mundo en su época, Juan Guzmán, campeón mundial minimosca y Rolando Martínez, ex campeón nacional welter junior.
Asimismo, Rafael Torres, ex campeón mundial paja, Inocencio “Chencho” Peña, campeón del Caribe, Enrique Sánchez, quien disputó dos veces el título mundial gallo, y Roberto Bido, quien sobresaliera en el plano olímpico y profesional, entre muchos otros.
Como se observa, “El Maestro” “Pedrito” Cruz tiene méritos más que suficientes para que se le honre con un mural, incluso, vamos más lejos, para ser un inmortal del Deporte Dominicano de manera póstuma. Ojalá, pues, se le tome en cuenta. ¡Suena la campana! ¡Clímp!
Pie
“El Maestro” Pedrito Cruz, izquierda, imparte instrucciones a uno de sus pupilos. Foto fuente externa.