Quienes conocen la intríngulis del boxeo profesional sabían que el dominicano Carlos Adames –El Caballo Bronco- iba a una pelea frente inglés origen pakistani, Hamsah Sheeraz en condiciones en cierto modo desiguales. No boxísticamente hablando, no, de ninguna manera, porque el criollo tiene las condiciones para ganarle a cualquiera en la división de los medianos -160 libras-, sino con relación al lugar en donde iba a competir:Arabia Saudita.
Ocurre que Sheeraz es un protegido de los promotores de la supercartelera que se presentó el pasado sábado, en la Arena Kingdom,en Riad del citado país, un peleador que hasta ese momento marchaba invicto de manera impecable con 21 victorias, sin derrotas y 17 nocaut, lleno de juventud-apenas 25 años-, carismático y con un futuro de gran proyección.
Se trata de uno de los pupilos favoritos del promotor árabe, Turki Alalshikh, que montó la velada, y dicho sea de paso, quien se ha convertido en el zar de las grandes promociones boxísticas. En otras palabras, el escenario estaba preparado para que Sheeraz se alzara con la victoria y el campeonato mundial de los medianos versión Consejo Mundial de Boxeo –CMB-, en poder de Adames.
Sin embargo, Adames, quien para llevarse el triunfo tenía que noquear o dar una soberana paliza a Sheeraz, le frustró los planes al presentar una de sus mejores peleas en su corta y exitosa trayectoria.
En efecto, “El Caballo Bronco”, a sabiendas del reto que tenía por delante, se preparó bien, tal y como lo había anticipado su entrenador, el cubano Ismael Salas, se presentó en excelentes condiciones y desarrolló un plan de combate inteligente y efectivo que le dio muy buenos resultados.
Adames hizo la pelea que tenía que hacer, en la que siempre fue quien llevó la iniciativa del pleito, presionó en todo momento a su rival, avanzando sobre él, cortándole el paso, quitándose los golpes de encima con un excelente cabeceo y juego de cintura, otras veces bloqueando los golpes de Sheeraz y aprovechando para conectar sus impactos con solidez y efectividad, tanto de izquierda como de derecha, utilizó muy bien su jab de izquierda y sus rectos y ganchos de derecha.
Además, asedió y buscó a Sheeraz de manera persistente, peleó con soltura y confianza plena en sus facultades.
Sheeraz, por el contrario, no fue el mismo de sus anteriores peleas. Mostró respeto a Adames y a su pegada, fue cauteloso, y jamás se lanzó de lleno a la pelea, no se arriesgó a intercambiar golpes con Adames, le faltó más decisión, mayor agresividad y determinación.
Adames hizo mejor pelea, peleó con más holgura y en buena medida neutralizó el poder de Sheeraz, buscando la pelea en corto, sin permitirle libertades,para impedir que éste desarrollara el duelo a larga y media distancia y aprovechara su mayor estatura y alcance, para conectar su devastadora pegada.
Aún así,hay que reconocer que la pelea fue bien disputada, porque Sheeraz también conectó lo suyo, trató de mantener “a raya” a Adames con jabs, rectos y golpes largos, muchos de los cuales hicieron blanco, aún cuando otros se perdían en el aire y en los brazos de Adames.
El dominicano, en honor a la verdad, pese a ser un duelo ajustado, mereció ganar por uno dos o tres puntos –no tan amplio como algunos la vieron, un juez lo vio ganar 118-110, otro lo vio perder 115-114 y un tercero votó empate 114-114-.
En otro escenario él hubiese ganado. Ahí se protegió a Sheeraz. Empero logró sacar un empate y ese resultado tiene “sabor a victoria” porque después de todo, cuando ocurre eso, los reglamentos determinan que el campeón retiene su título, además de que la impresión que quedó en quienes vieron la contienda es que él mereció ganar y que, de algún modo, fue despojado de una legítima victoria.
A ello se une el hecho de que el dominicano, que ahora pone su marca en 24-1-1, con 18 por la vía rápida, ganó la bolsa más grande en la historia en una pelea para un púgil quisqueyano, dos millones de dólares – más de 122 millones de pesos en la moneda nacional-y sigue siendo campeón lo que le habrá de permitir seguir ganando buen dinero y de paso asegurar su futuro y el de su familia. Es decir, aunque no pudo sacar la victoria salió ganando y su prestigio como monarca también se elevó.En otras palabras, se trató de una jornada gloriosa para él y el boxeo quisqueyano que, dicho sea de paso, debe sentir orgullo de contar en sus filas con un boxeador de su jerarquía. ESQUINITAS-. Todos los caminos conducen esta noche al Anfiteatro de la Universidad Tecnológica de Santiago –UTESA-, en donde será inaugurada la XLIV Copa Independencia Nacional de Boxeo, con púgiles de más de siete países y varias selecciones nacionales. La ceremonia está prevista a iniciar a las 7:00 P.M. Entrada totalmente gratis. ¡No se la pierdan!PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito de los pesos mediano, es oportuno decir que el segundo latino en ganar el título mundial de este peso, lo fue el colombiano Rodrigo Valdez, quien se consagró tras noquear en siete asaltos al norteamericano Bennie Briscoe, el 25 de mayo de 1974, en Montecarlo, en pelea eliminatoria. En la ocasión ganó el trono avalado por el CMB. ¡Suena la campana! ¡Climmp!
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El dominicano Carlos Adames –El Caballo de Bronco-, castiga al británico de origen pakistaní, Hamsah Sheeraz, durante el combate del pasado sábado entre ambos.