Los Gigantes del Cibao comenzaron sus entrenamientos el pasado lunes, el mismo día que la mayoría de los equipos abrieron sus campamentos, con miras a la próximo temporada de béisbol invernal.
Y dentro del pelotón de casi 50 jugadores que se dieron cita al Estadio Julián Javier, de San Francisco de Macorís, estaba Jorge Bonifacio.
Bonifacio, hermano menor del capitán de los Tigres del Licey, Emilio Bonifacio, fue cambiado a los Gigantes del Cibao en febrero pasado por Steven Moya quien pasó al conjunto azul.
Posiblemente cuando inicie oficialmente el certamen beisbolero el próximo 16 de octubre, muchos fanáticos se extrañaran de ver a Jorge Bonifacio, quien se desempeña en los jardines, con el uniforme de los Gigantes.
Esto así, porque si bien no ha tenido la trayectoria al nivel de su hermano mayor en la pelota doméstica, a Jorge Bonifacio los fanáticos lo idenfican más con el uniforme de los Tigres que con cualquier otra franela.
Ocurre que Jorge militó durante 11 temporadas con los Tigres, en cuyo trayecto acumuló promedio de .247 a la ofensiva con 13 cuadrangulares, 47 carreras producidas, 38 dobles y .313 de OBP.
E incluso, cabe señalar que con los bengaleses, conectó muchos batazos de largo metraje, algunos de ellos decisivos en triunfos importantes de los azules, aún cuando en los dos últimos años experimentó un leve descenso con el bate y la dirigencia de esa franquicia no le daba muchas oportunidades de juego.
Sin embargo, cabe reconocer que todavía es un hombre relativamente joven, 31 años de edad, de basta experiencia, no sólo en la Liga Dominicana, sino también en las Grandes Ligas, ya que militó con organizaciones como los Reales de Kansas City, Tigres de Detroit y Filis de Filadelfia, que bien podría aportar bastante a la franquicia con sede en San Francisco de Macorís.
Los fanáticos liceístas ahora deberán acostumbrarse a ver a Bonifacio vistiendo la franela de los Gigantes.
Y es que en el deporte y sobre todo en el béisbol, suelen darse ese tipo de situaciones:Peloteros que durante años defienden la causa de un equipo determinado e inclusive llegan a sentirse plenamente identificados con este uniforme, dando lo mejor de sí, de buenas a primeras se encuentran un día con el imperativo de un cambio de uniforme.
Esa metamorfosis es dura para aquellos que juegan por sentimiento de cariño a un emblema. No obstante, esto no quiere decir que no sean atletas profesionales y absolutamente honrados, que habrán de dar el ciento por ciento de sus facultades y esfuerzos en beneficio de su nuevo equipo.
Harán todo lo que pueden por rendir el máximo de sus facultades a favor del club al que ahora pertenecen, con el fin único de corresponder a la confianza que en ellos deposita su nuevo dirigente y de incrementar su prestigio particular como jugador.
Este podría ser el caso de Jorge Bonifacio, quien por su juventud y potencial, aún ofrecer grandes satisfacciones a la fanaticada y a los ejecutivos de los Gigantes del Cibao, dicho sea de paso, considerada la escuadra de mayor progreso, la cual irá en pos de su tercera corona en la pelota nuestra. Ya veremos.ESQUINITAS-. A propósito, es oportuno decir que la puesta en ejecución de la Agencia Libre en marzo del año pasado, ha hecho que jugadores que por años fueron símbolos de un equipo determinado, y que se llegó a pensar se retirarían con ese uniforme, pasen a otros conjuntos, básicamente por razones económicas. Uno de los mejores ejemplos al respecto, lo es el de Junior Lake, jardinero que prácticamente toda su carrera militó a las filas de las Estrellas Orientales, de las que fue su capitán, y hoy juega con los Leones del Escogido. Después de todo, hay que entenderlo. Se trata de un negocio y es cuestión de conveniencia. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: Los 5,714 ponches y 2,795 boletos de Nolan Ryan, son de las marcas que los expertos consideran “irrompibles” en los anales del béisbol mayoritario. ¡Suena la campana! ¡Climmp!
Pie
Jorge Bonifacio