Vi ayer tarde una entrevista virtual del Show del mediodía con Miguel Tejada, coordinada por Héctor Gómez y me satisfizo mucho ver con la valentía y buena cara que Tejada enfrenta su vida después del estrellato de la pelota en USA y en RD y ante sus perspectivas futuras.
Oírle hablar de las cosas que hizo y como la siente me motivan a citar algunos hechos de Miguel que me llamaron la atención, y que no borro de mi mente por ser únicas.
Comienzo afirmando que nunca olvidaré cuando lo vi bajar de un helicóptero en el estadio Cibao, para jugar con las Águilas. Era capaz de cualquier sacrificio para llegar a tiempo y que no lo sacaran del line up.
Verle actuar dejando el pellejo en el campo, tras ser electo MVP de la Liga Americana en el 2002, mientras tenía además una seguidilla de más de mil partidos jugados consecutivamente lo que suponía un gran cansancio físico.
No olvido el día que al final de un juego entre Águilas y Licey, los jugadores cibaeños al entrar en el club house se encontraron un rico banquete tipo buffet, con alimentos de todas clases, servido por sofisticados camareros, y un ambiente que no los dejó abandonar el lugar hasta las dos de la madrugada, propiciando ese ambiente de equipo, que hizo invencibles a los aguiluchos.
Recordar al novato que, en 1997 acompaño a las Águilas a la Serie del Caribe en Hermosillo, México, y en bajo perfil, dentro de un equipo cargado de estrellas, destacó jugado segunda y tercera, y logrando el primer jonrón, de una historia que lo llevaría a ser el máximo jonronero de por vida de la serie caribeña.
Recordé lo incomodo que me puse cuando vi Moneyball una película de 2011 dirigida por Bennett Miller y protagonizada por Brad Pitt, que relata el record de partidos consecutivos ganados por los Atlético de Oakland, por entender que no recibió el mérito acorde con lo fundamental que fue para esa racha.
Y se me hinché el pecho cuando rememoré los campeonatos ganados por las Águilas bajo su liderazgo ofensivo y defensivo. El honor suyo cuando defendía la patria, y el gran ser humano que siempre ha sido.
Miguel Tejada me satisfizo con una repuesta que dio a los entrevistadores “En la vida he cometido errores, pero nunca he dejado de creer en Dios, eso me conforta cada día, porque no necesito tanto para vivir, sino estar en paz, con el señor y siempre lo estoy”.
Para mi Miguel Tejada sigue siendo “El Pelotero de la Patria”