Algunas personas nos han cuestionado sobre por qué no incluimos al boxeador Rafael “Avispa” Cabrera en la serie recién publicada titulada “Un Mural para las Grandes Figuras del Boxeo de Santiago”.
Ciertamente, “La Avispa” Cabrera, uno de los púgiles más populares de Santiago en la década de los 80, tiene todos los méritos no solo para ser incluido en un mural, sino también para ser elegido al Salón de la Fama del Deporte Dominicano.
Sin embargo, la imagen de “La Avispa” ya está incluida en un mural ubicado en La Joya, su sector natal, en la ciudad de Santiago. Por lo tanto, omitimos su nombre en la lista extensa que publicamos recientemente. No obstante, recordaremos su carrera en esta entrega, la cual podría ser desconocida para muchos, especialmente para representantes de la nueva generación que no conocen su destacada trayectoria. Veamos:
Boxeador fino, técnicamente y defensivamente bien dotado, poseedor de gran velocidad de manos y piernas, inteligente, agresivo y con una respetable pegada, Rafael “Avispa” Cabrera se proyectó a niveles estelares durante la década de los 80.
Tras un breve período en el boxeo olímpico, Cabrera, quien realizó la mayor parte de su carrera en la división mosca (112 libras), debutó como profesional el 5 de septiembre de 1981, cuando venció por decisión en cuatro asaltos a su compatriota Amado Torres.
A partir de ahí, navegó hacia el éxito, con excepción de una derrota ante Elpidio Jiménez, a quien había vencido previamente, logrando más de 22 victorias, la mayoría por nocaut.
Frente a César “Patico” Polanco…
El 13 de septiembre de 1984, se enfrentó al excampeón mundial supermosca, César “Patico” Polanco, quien en ese momento, al igual que él, también era una sólida promesa en ascenso hacia la cúspide.
La pelea se celebró en el Palacio de los Deportes, hoy Gran Arena del Cibao – Oscar Gobaira -, y después de 10 trepidantes asaltos, el resultado fue un empate.
Una serie de triunfos, incluyendo uno contra el excampeón del mundo colombiano Prudencio Cardona, a quien noqueó en ocho asaltos en el Estadio Hiram Bithorn de San Juan, Puerto Rico, lo llevaron a las clasificaciones mundiales.
Sin embargo, a pesar de mantenerse clasificado durante mucho tiempo, lamentablemente nunca recibió una oportunidad titular.
Ante Hilario Zapata…
Una de sus actuaciones cumbre fue frente al panameño Hilario Zapata, campeón mundial en dos categorías diferentes: minimosca y mosca, y una leyenda del boxeo latinoamericano.
La pelea se llevó a cabo el 28 de diciembre de 1984, en el Gimnasio Neco de la Guardia, en Panamá. Tras un duelo de gran intensidad y bien disputado, el jurado otorgó una decisión dividida a favor del ídolo panameño, en un fallo que fue bastante cuestionado por la crítica panameña, considerando que el dominicano mereció el triunfo en un combate fuera de título.
Otras victorias importantes para Cabrera incluyen las obtenidas ante su compatriota Félix “Pichito” Martí, con quien compartió honores, y el panameño Roy Thompson, a quien derrotó en seis asaltos.
Rafael “Avispa” Cabrera, quien se distinguió por ser una persona decente y educada, tanto dentro como fuera del cuadrilátero, puso fin a su historial como boxeador activo al celebrar su última pelea el 28 de mayo de 1989, en África, ante el local Vuyani Nene, en un épico enfrentamiento.
Luego de una intensa carrera que se extendió durante unos ocho años, su expediente como profesional quedó en 34 victorias, 20 de ellas por la vía rápida, lo que representa un porcentaje de nocaut del 58.82 por ciento, junto con cinco derrotas y un empate.
Por cierto, en la lista, olvidamos mencionar a otros boxeadores que fueron glorias del deporte, a quienes haremos referencia en entregas posteriores.
Y para que lo aprendas o lo recuerdes:
A propósito de los moscas, donde compitió principalmente “La Avispa” Cabrera, es oportuno mencionar que esta división tuvo su primer campeón del mundo el 6 de diciembre de 1897, cuando Jimmy Barry noqueó en 20 asaltos a Walter Croof, en Londres, Inglaterra, para consagrarse como nuevo campeón. ¡Suena la campana! ¡Clang!