Este año en una lucha titánica por entrar a los playoffs, han demostrado una entrega inquebrantable en cada juego, y aunque los resultados no hayan sido los esperados en términos de clasificación, su dedicación y esfuerzo son verdaderamente dignos de admiración.
Cada lanzamiento, cada bateo y cada jugada en el campo han sido ejemplos de perseverancia y pasión por el juego.
Aunque no hayan alcanzado la clasificación, recuerden que el verdadero éxito no siempre se mide en victorias y derrotas, sino en la determinación y el coraje que muestran en cada desafío. Ustedes han jugado con corazón hasta el último inning, y esa actitud es invaluable.
. Este año ha sido una experiencia de crecimiento y aprendizaje, y estoy seguro de que los obstáculos enfrentados solo los fortalecerán para futuras temporadas.
El deporte es un viaje con altibajos, y este año ha sido solo una etapa en su camino. Mantengan la cabeza en alto, celebren los logros alcanzados y aprendan de las experiencias vividas. El espíritu de equipo que han demostrado no solo se traduce en el campo de juego, sino también en la vida cotidiana.
La verdadera grandeza radica en la capacidad de levantarse después de las derrotas, aprender de cada experiencia y regresar con renovada determinación. Sigan trabajando juntos, apoyándose mutuamente y creyendo en el potencial que tienen como equipo.
El próximo año trae consigo nuevas oportunidades y desafíos, y estoy seguro de que con la misma entrega y pasión, alcanzarán nuevos niveles de éxito. Sigamos adelante juntos, con la cabeza en alto y el corazón lleno de orgullo por lo que han logrado este año. Y poner vista fija en los ajuste por venir.
El verdadero campeón es aquel que nunca se rinde, y ustedes son campeones en cada sentido de la palabra.-
Solo me queda recordar que en la pelota dominicana siempre hay un octubre y que ¡Las Aguilas, son las Aguilas!