Casi agoniza este 2020, un año difícil para todo los deportes, en el contexto màs amplio de la palabra.
El boxeo, lógicamente, no escapa a esta realidad, pues al igual que las demás disciplinas, fue golpeado rudamente por el coronavirus, una pandemia que ha transformado al mundo relativamente en todos los aspectos.
Es hora de pasar balance a lo más relevante que ocurrió durante este lapso en lo que respecta al pugilismo profesional dominicano.
Ciertamente fue, sin quizás, un año nebuloso para el boxeo doméstico. Sin embargo, se produjeron algunos episodios que vale la pena resaltar. Uno de ellos, posiblemente el más trascendente de todos, lo protagonizó el joven dominicano Jeison –La Banana-Rosaro.
Rosario, cuando nadie –o muy pocos-, lo esperaban dio la que se considera como “La Sorpresa del Año”.
Ocurre que el 18 de enero, en el Licouras Center, en Filadelfia, el entonces campeón mundial unificado de los medianos junior-154 libras-, el norteamericano Julian Williams, subió como claro favorito para vencer al criollo Rosario, quien iba como retador y recibía su primera oportunidad titular.
Las apuestas favorecían a Williams en proporción de 8-1 e inclusive 9-1.
El estadounidense, cabe señalar, venía de vencer por puntos de manera convincente en gran combate a su compatriota Jarrett Hurd, a quien había destronado y de paso despojado de su invicto en 23 salidas, en duelo escenificado el 11 de mayo del 2019 y fue tal la grata impresión que dejó en aquella ocasión, que se pensó que sería un campeón duradero.
Hurd es uno de los mejores del mundo en este peso, y entre sus victorias importantes se contaba una ante el veterano y buen boxeador cubano Erislandy Lara, quien ha ganado varias veces la diadema universal de los junior mediano –actualmente es campeón-.
Asì Williams subió al tinglado con marca de 27-1-1, con 16 nocauts en su haber en lo que sería la primera defensa del trono y ante su público –es nativo de Filadelfia-. El quisqueyano, que tenía palmarès de 19-1-1, con 13 nocauts, pese a su buen récord, se entendía que no había enfrentado todavía a un rival del nivel de Williams y prácticamente tenía todo en contra.
Sonò la campana y desde el mismo inicio de las acciones, se percibió que Rosario sería un “hueso duro de roer “para Williams, pues desde los primeros intercambios de golpes, el nativo de Santo Domingo, hizo sentir su pegada e impactó con contundencia en la anatomía de Williams.
En la medida en que avanzaba la contienda, Rosario iba imponiendo respeto y estableciendo dominio de las acciones niveles tales que, de los primeros cuatro asaltos, ganó tres. En el quinto asalto, una seguidilla de devastadores impactos por parte del dominicano, puso mal a Williams, quien se fue a la lona en malas condiciones. Se levantó a duras penas, pero posteriormente Rosario lo castigó a placer lo que motivó que el réferi, Bengy Estévez detuviera la desigual pelea al minuto y 37 segundos de ese round para decretar ganador por nocaut técnico y nuevo campeón del mundo a Rosario.
Fue esta, sin discusión, la victoria más importante lograda por el boxeo doméstico durante los 12 meses pasados, en razón de que Rosario conquistó los títulos unificados de la Asociación Mundial de Boxeo –AMB-en condición de súper campeón, Federación Internacional de Boxeo –FIB- y de la poco conocida Organización Internacional de Boxeo –OIB-.
La proeza de Rosario ocurrió previo a la citada pandemia, que estallaría pocos días después en el país y en el resto del mundo para provocar un breve estancamiento en las actividades deportivas internacionales.
La caída…
No obstante , la preciada diadema permanecería por poco tiempo en las cienes del quisqueyano.
Apareció una buena oferta para que expusiera por primera vez su faja ante el cotizado norteamericano Jermell Charlo, quien ya ostentaba la corona del Consejo Mundial de Boxeo –CMB- y buscaba unificarla con las que poseía el dominicano.
El duelo se pactò para el 26 de septiembre del presente año, en el Mohegan Sun Arena, de Uncasville, Connecticut, y como era de esperarse, Charlo, uno de dos hermanos gemelos que han brillado en los últimos tiempos en la escena boxística –el otro es Jermall, actual monarca invicto de los medianos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB)- salió como favorito .
Rosario, valiente, como siempre, presentó férrea oposición a Charlo, quien sin embargo, lo envió tres veces a la lona. Una en el primero, otra en el sexto y la tercera y última en el octavo cuando el nativo recibió un jab de izquierda al estómago que lo dejó sin respiración en el encerado, donde escuchó la cuenta fatídica de los 10 segundos para perder por nocaut fulminante.
De esta manera se fue de las manos la faja a Rosario, quien a sus apenas 25 años de edad y con palmarès de 20-2-1, con 14 triunfos por la vía rápida, todavía tiene un gran futuro por delante y con un poco de suerte, puede volver a la cima. En su caso, es cuestión de seguir adelante, volver a acumular méritos y recibir de nuevo una oportunidad titular. Si se mantiene enfocado en su carrera, asume con seriedad y disciplina la misma, tiene las condiciones para reivindicarse. No lo pierdan de vista, sigue siendo una esperanza mundialista. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: A propósito de Rosario, es oportuno decir que éste debutó como profesional, el 8 de mayo del 2013, ocasión en que venció por nocaut técnico en el mismo primer asalto a su compatriota Confesor Guzmán, en pleito celebrado en el Club Mauricio Bàez, de Santo Domingo. !Suena la campana! ¡Climmp!
Pie:
Jeison Rosario. Foto fuente externa.