Siete equipos de la Fórmula Uno podrían no acabar la temporada por el límite salarial. La inflación amenaza el tope presupuestario establecido por el campeonato mundial de monoplazas, fijado en 145 millones de dólares (135 millones de euros) si se disputan 21 carreras. Christian Horner, director del equipo Red Bull, ha dado la voz de alarma.
El incremento de los precios de la energía, los combustibles y la alimentación, que afecta a los bolsillos de todos los ciudadanos, también afecta al campeonato más exclusivo del deporte de motor. En concreto, Horner subrayó el coste del transporte logístico, un elemento fundamental en el ‘Gran Circo’ que transporta toneladas de material, además de los 20 monoplazas, de país en país, en muchos casos cruzando océanos. “Se ha cuadruplicado”, aseguró.
El tope de gasto está recogido en la regulación financiera de la Fórmula Uno con un máximo de 145 millones de dólares (135 millones de euros) para una temporada de 21 carreras, que se podría aumentar o disminuir en 1,2 millones de dólares (1,11 millones de euros) adicionales por cada carrera que se amplíe o se retire del calendario. Esta temporada están previstas 22 pruebas.
La reglamentación financiera del campeonato recoge dos tipos de incumplimientos: un “sobrecoste menor” es cuando una escudería se pasa en un 5% del límite de gasto previsto, mientras que un “sobrecoste material” es cuando supera esa frontera del 5%.
Las sanciones de una infracción menor van desde una reprimenda pública a la retirada de puntos en el Mundial de constructores o pilotos, e incluso la suspensión de alguna carrera, de tests o la reducción del límite; mientras que en el caso de un incumplimiento mayor añade a esas posibles sanciones incluso una posible exclusión del Mundial.
La última reunión de la Comisión de la Fórmula Uno de la Federación Internacional de Automovilismo, reunida el 26 de abril, incluyó alguna mención a la sostenibilidad financiera del campeonato, en concreto respecto a reducir los costes de los competidores en cuanto a los motores.
El máximo responsable de Red Bull reclamó a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) que tome algún tipo de medida, una petición en la que, en este caso, sí que tiene el apoyo de sus habituales rivales, las escuderías Ferrari y Mercedes.
Según la BBC, equipos de la zona media como Alfa Romeo, Alpine, Haas o Williams votaron en la última reunión en contra de una propuesta para ajustar el tope de gasto según los datos de inflación del Fondo Monetario Internacional.
El portavoz de una de las escuderías contrarias a esa medida, el director ejecutivo de Alpine Otmar Szafnauer, explicó recientemente que se oponían a aumentar el tope de gasto porque estas condiciones de inflación ya estaban presentes antes del inicio de la temporada.