LOS ÁNGELES — Chris Taylor quebró el empate mediante un jonrón de dos carreras en la novena entrada y los Dodgers de Los Ángeles eliminaron a los Cardenales de San Luis, al imponerse el miércoles por 3-1 en el juego de comodines.
El primer encuentro está pautado para el viernes por la noche en San Francisco.
“Va a ser divertido, sí. Dos de los mejores récords de la historia en la temporada regular. Hemos bateado bien todo el año, así que espero una serie muy reñida”, dijo Taylor.
Los 53.193 espectadores que llenaron el Dodger Stadium sufrieron prácticamente con cada pitcheo, durante un duelo en que la tensión fue creciendo a partir del cuarto inning.
Mediante toallas azules que agitaron, los seguidores de los Dodgers realizaron una especie de hechizo fallido por lograr que se fueran del otro lado de la cerca las pocas pelotas que el equipo local bateó hacia los jardines, en un duelo entre dos de las franquicias más tradicionales y exitosas de la Liga Nacional.
Hasta que funcionó.
Cody Bellinger gestionó un boleto de T.J. McFarland con dos outs en el noveno episodio, y se robó la intermedia. Todos los espectadores se pusieron de pie, para ver si los Dodgers podían seguir en su intento por revalidar el cetro de la última Serie Mundial.
Alex Reyes llegó para enfrentar a Taylor, quien encontró un lanzamiento con cuenta de 2-1 y envió la pelota al pabellón del jardín izquierdo, lo cual desató la fiesta.
Es la cuarta vez en la historia que los Dodgers dejan a sus rivales tendidos en el terreno mediante un jonrón en un juego de playoffs.
En la parte alta del inning, con un out, Tommy Edman había pegado un sencillo al jardín derecho ante el taponero Kenley Jansen, antes de robarse la intermedia. Paul Goldschmidt vio pasar el tercer strike y Tyler O’Neil se ponchó tirándole, para que se disipara la amenaza.
Ambos equipos colocaron hombres en los senderos durante la sexta, séptima y octava entrada, pero no lograron remolcar la carrera de la ventaja.
El juego fue abierto por dos ases, Adam Wainwright de San Luis y Max Scherzer de los Dodgers. Pero ambos tuvieron problemas de control al comienzo.
Fue la primera vez en la historia que dos abridores de más de 37 años se enfrentaron en un único juego de vida o muerte en postemporada. Wainwright tiene 40 y Scherzer 37.