Japon.-A pesar de que el número total de casos apenas llega a los 600 mil y de que, en términos generales, la situación local es mucho mejor que la que se observa en los países más afectados de Europa, América y Asia, está claro que Japón está lejos de tener la pandemia bajo control.
El número de casos nuevos está aumentando a un nivel tan acelerado que ya ha obligado a restablecer el estado de emergencia en los centros urbanos más poblados del país y a cancelar o limitar todos los eventos públicos que estaban pautados a celebrarse en los mismos. Así, esta semana ya vimos cómo 4 de los 12 estadios de la NPB, siguiendo las órdenes de los gobiernos locales, se vieron obligados a cerrar sus puertas a los fanáticos: el Tokyo Dome, el Estadio Meiji Jingu, el Kyocera Dome y el Estadio Koshien.
Sorpresivamente, el MetLife Dome, el Estadio ZOZO Marine y el Estadio de Yokohama, que forman parte o están todos muy cercanos al área metropolitana de Tokio, se mantienen abiertos, pero es probable que muy pronto se vean forzados a cerrar sus puertas también.
Japón ya pasó por un estado de emergencia este año, que duró desde finales de enero hasta principios de marzo e impidió la entrada al país de la mayoría de los extranjeros que ven acción en el circuito, quienes como consecuencia no pudieron jugar desde el día inaugural de la temporada.
Como lucen las cosas, es muy probable que el estado de emergencia se extienda a la mayoría de las regiones del país y obligue a cerrar las puertas de los 12 parques de la NPB, echando por tierra las aspiraciones de la liga de superar este año su modesta asistencia de 2020.