NUEVA YORK – Por primera vez desde julio, Jacob deGrom estuvo soltando el brazo en el terreno del Citi Field el miércoles.
En pantaloncillos cortos, medias de entrenamientos y una camiseta sin mangas, deGrom estuvo estirándose y haciendo algunos tiros con un mínimo esfuerzo. Fue su primera vez tirandouna pelota de béisbol desde que los Mets lo apartaron debido a una inflamación en el codo de lanzar en julio.
Las resonancias magnéticas que le habían realizado hasta ahora seguían revelando la inflamación, hasta que las pruebas que recibió el equipo el miércoles vinieran con buenas noticias.
Ahora, deGrom comenzará a aumentar su proceso de recuperación — sesiones sobre terreno plano, del bullpen y tal vez bullpen en vivo, antes de una eventual asignación de liga menor. Los Mets no le han puesto fecha al proceso, pero la mayoría de los lanzadores abridores tiende a demorar cerca de un mes, lo que deja la duda sobre si podrá deGrom volver a los Mets antes del final de la campaña.
En el tercer año de su contrato de seis temporadas y US$137.5 millones, deGrom empezó brillante, como ningún otro lanzador en la historia de las Mayores, con récord de 7-2, efectividad de 1.08 y 146 ponches en 92 entradas.