Por Rafael Baldayac
Un dia como hoy, el domingo 3 de enero de 1960, se produjo el más grande duelo monticular entre dos lanzadores hermanos en el beisbol profesional dominicano.
Teniendo como escenario el estadio Trujillo, los hermanos montecristeños Guayubín y Chichí Olivo se enfrentaron en un duelo y cada cual lanzó el juego completo, quedándose el zurdo Guayubín con la victoria en el histórico enfrentamiento de hace 60 años.
Los Tigres del Licey, con Guayubín Olivo en la lomita, se impusieron 2-0 a las Estrellas Orientales y a Chichí Olivo. Los únicos dos hits que permitió Guayubín salieron del bate de Chichí, que no dio bases por bolas.
Chichí, quien fue el derrotado, lanzó juego completo, dio 7 ponches, dos bases por bolas y luego de una base intencional vino un jonrón del paracorto Bob Sadowski.
Guayubín estuvo intransitable permitiendo apenas esos dos indiscutibles bateado por propio hermano, Chichi en juego celebrado la tarde del domingo 3 de enero de 1960.
El partido lo decidió el torpedero Sadowski, de los Tigres, quien conectó un jonrón contra los envíos de Chichí.
Diomedes Antonio Olivo (Guayubín) ha sido el más grande lanzador en la historia de la Lidom. El zurdo nativo del municipio de Guayubín, en la provincia de Montecristi, era dueño de una super poderosa bola rápida y un extraordinario control.
Como lanzador Guayubín registra números imposible de igualar en la liga dominicana.
Es líder de por vida en victorias (86), juegos completos (70), ponches propinados (742), y en blanqueadas (19), efectividad (2.11). Tiene el segundo mejor promedio de ganados y perdidos (652) y efectividad (2.11), solo detrás del inmenso Juan Marichal (1.87)
Además figura tercero en entradas lanzadas con mil 166.0. Su hermanos Chichí es el laborioso con mil 335.2, seguido de Silvano Quezada con mil 198.1. Guayubín es octavo en juegos iniciados (107), dos más que Chichí (109).
El estelar zurdo montecristeño, en sus once campañas en Lidom, todas con los azules del Licey, lanzó en 198 partidos, dejando foja de 86-46. Fue Lider en efectividad en 1951, 1952 y 1954; en victorias en 1951m 1952 y 1963-64, así como en blanqueadas en 1951, 1952, 1954 y 1963-64.
Tiene el record de más ponches en una temporadas con 160 (1960-61) y el de más abanicados en un juego con 16, empatado con el también zurdo Danilo Rivas.
Cuando Guayubín llegó el beisbol profesional organizado en 1951 tenía 31 años de edad y lanzó hasta 1963-64, solamente 11 temporadas, siempre con Licey. A pesar de ello, no solo fue un estelar, también se coló entre los mejores de todos los tiempos, como ilustran sus estadísticas.
Olivo tuvo 4 temporadas con 10 victorias, fue líder en triunfos en 1953 con 10, y primero en ponches en 1951 y el torneo 1960-61.Este último campeonato ponchó 160, record de la liga que permanece (solo nativos tras el ajusticiamiento a Trujillo).
Muy buen bateador fue nombrado Jugador Más Valioso y Pitcher del Año en 1951, cuando logró marca de 10-5 con 1.90 de efectividad, propinando 65 ponches para ganar la triple corona del pitcheo.
Además de excelente labor en el montículo, con el madero bateo para 285 con par de jonrones y 30 vueltas remolcadas en 165 turnos, jugando en los jardines cuando no lanzaba. Se retiró como jugador activo en 1964 a los 46 años
Mientras que Chichi Olivo, hermano menor de Guayubín, también fue un extraordinario serpentinero en la liga dominicana. Su control fue casi perfecto llegando a imponer en 1955-56 de solo 12 lanzamientos bolas tirando juego completo. Segundo en blanqueadas (17).
Es líder en entradas lanzadas de todos los tiempos en el beisbol dominicano (1,335.2), segundo en victorias (79), poches (669), campañas (18) y octavo en efectividad (2.64), lanzando sus primeras ocho con los Tigres y luego ocho más para las Estrellas Orientales.
También es el líder de por vida en bateadores enfrentados con 5 mil 518, mientras Guayubín quedaba tercero en este renglón con 4 mil 777. Chichí término sus últimos dos años, lanzando para los Tigres (1970-71 y 1971-72).
Juego sin hits:
El sábado 29 de mayo de 1954, Olivo, “La Montaña Noroestana” de los Tigres del Licey, lanzó un juego sin hit y sin carreras contra los Leones del Escogido, a quienes venció 3×0 en el Estadio Trujillo.
Las tres carreras de los felinos las remolcó el receptor Valmy Thomas.
Dos semanas antes, Guayubín le había roto con un sencillo, en rol de emergente, un juego similar que tejía el derecho estadounidense Johnny Wright, de las Águilas Cibaeñas
Hechos memorables: En 1947, en los terrenos del Hipódromo Perla Antillana, Guayubín dejó en cero hits y cero carreras a los Tigres del Licey, lanzando esta vez para los Leones del Escogido.
En 1946, formó parte del seleccionado nacional de béisbol que obtuvo la medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrado en Barranquilla, Colombia.
Último juego: El 13 de febrero de 1964, Guayubín, el Cy Young del pitcheo en la pelota nuestra, con su número 9 en la espalda, subió por última vez a la colina de los sustos del estadio Quisqueya, dejando registros imposibles de romper, como son las 86 victorias de por vida, 13 blanqueadas, 70 juegos completos y 742 ponches. Es el símbolo del pitcheo, un orgullo nacional.
En Grandes Ligas: El 5 de septiembre de 1960, a las 3:20 p.m., Guayubín Olivo subió por primera vez a un montículo de Grandes Ligas, en el Forbes Field, con los Piratas de Pittsburgh, entró en el cuarto episodio para sustituir a Harvey Haddix (El Conejo), y enfrentó a los Bravos de Milwaukee.
El primer bateador que desafió en el cuarto fue al lanzador Bob Buhl, que lo convirtió en el primer pitcher zurdo dominicano en debutar en las Grandes Ligas, y lo hizo a la edad de 42 años.
Cerró su primera salida enfrentando a 8 bateadores, 2 innings, un hit, cero carreras, 2 bases y un ponche. El encuentro terminó con pizarra de 7 carreras por una a favor de los Bravos de Milwaukee, ganando Bob Buhl (14-8) y perdió Haddix (10-9).
Olivo fue el sexto dominicano en pisar un diamante de liga grande, vistiendo los uniformes en 1960 y 1962 con Pittsburgh y en 1963 con los Cardenales de San Luis.
El estelar lanzador Federico Emilio Olivo Maldonado, mejor conocido como Chichí, murió el 3 de febrero de 1977, en su pueblo natal Guayubín, Montecristi.
Chichí, junto a su hermano Diómedes Antonio (Guayubín), formaron el dúo de hermanos más temible en el box, en las décadas del 50 y 60, además algunos años de los 70.
El derecho que tenía una curva y un cambio precioso, que dejaba a los contrarios con el bate en las manos, fue un lanzador que llegó tarde a las grandes ligas a la edad de 35 años, con el equipo Bravos de Milwaukee.
Los hermanos Chichí y Guayubín, se tenían un gran amor el uno a otro que Chichí, de menor edad falleció el 3 de febrero del 1977 y su hermano Guayubín, falleció el 15 de febrero, 12 días más tarde, del mismo año.
Chichí murió a los 49 años y Guayubín, a los 58 años debido a un paro cardíaco.
Los hermanos Olivo con condiciones para lanzar en las grandes ligas, sufrieron en carne propia el racismo, además que eran latinos, no tuvieron la oportunidad de conseguir la puerta abierta de las mayores en su juventud.
Guayubín, un zurdo con unos lanzamientos indescifrables, llegó a las mayores a los 41 años de edad, con los Piratas de Pittsburgh, el 5 de septiembre de 1960.
Chichí, durante 18 años se mantuvo activo en el béisbol dominicano, lanzando para los Tigres del Licey y Estrellas Orientales
En las mayores jugó de 1961 al 66, donde tuvo efectividad de 3.98, con siete victorias y seis derrotas.
Chichí Olivo, que en Lidom tiene el récord en el país de más entradas lanzadas con 1, 335.2, con 669 ponches, jugó béisbol de calidad en Puerto Rico, Venezuela, México y Estados Unidos.
Lanzó en 1954, con los Criollos de Caguas, en dos juegos tiró 8 entradas, siete hits, sin carrera, equipo campeón, Mickey Owens, de manager. Luego volvió a los Criollos, en la campaña de 1956, con 1-1, con una efectividad de 11.33.
Pero 15 años más tarde volvió a Puerto Rico, a la edad de 40 años, con los Tigres del Licey, en la Serie del Caribe de 1971.
Lanzó en tres partidos, todos como relevista, su última participación fue de leyenda, cuando el dirigente lo envió al box con las bases llenas y ponchó en forma consecutiva a Reggie Jackson, Tany Pérez y Buyck Martínez, logrando la victoria para la República Dominicana.
Durante su carrera participó en tres series, cuatro juegos, tuvo 1-2 y una efectividad de 3.86.
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