NUEVA YORK — Los Yankees, el mejor equipo de Grandes Ligas, tienen nuevamente en el montículo a su as, quien brilló una vez más el miércoles por la noche contra los Orioles en el Bronx.
Gerrit Cole permitió dos carreras limpias en poco más de cuatro entradas de labor en la que ponchó a cinco bateadores y otorgó una base por bolas. Parecía ir cobrando confianza y velocidad a medida que avanzaba el juego, incluso convenciendo al manager Aaron Boone para que le permitiera salir en la quinta entrada.
Cole se vio más impresionante en la tercera entrada, cuando ponchó al dominicano Jorge Mateo para comenzar el inning, luego superó un boleto a Gunnar Henderson y un robo de base ponchando a Adley Rutschman y Ryan Mountcastle, este último con un slider venenoso de 89 millas por hora. La velocidad de Cole estuvo en su nivel de por vida, alcanzando un máximo de 97.5 mph en la jornada.
Fue la primera apertura de la temporada 2024 para el ganador reinante del Premio Cy Young de la Liga Americana, que había estado en la lista de lesionados de 60 días con una dolencia en el codo derecho. Cole hizo tres aperturas de rehabilitación en ligas menores y se vio afinado en todas, por lo que los Yankees consideraron que estaba listo para volver a Grandes Ligas. Sin embargo, serán cautelosos con Cole al principio, ya que el veterano aún no está preparado para una carga de trabajo completa.
La rotación a la que Cole se está reintegrando ha sido un punto fuerte para los Yankees durante toda la temporada, incluso sin su líder. Antes del juego del miércoles, Nueva York tenía récord de 51-24, el mejor de las Mayores, en gran parte debido a sus 3.38 carreras por juego permitidas, el mejor promedio de Grandes Ligas.