El momento no podría ser más simbólico: En un lapso de dos semanas, Serena Williams juega el que se cree que será su último partido a los 40 años, Roger Federer anuncia que se retira a los 41, Iga Swiatek gana su tercer título de Grand Slam a los 21 y Carlos Alcaraz consigue el primero a los 19.
Después de tantos lamentos en los últimos años sobre lo que sería del tenis una vez que superestrellas trascendentales como Williams y Federer dejaran el juego -él dijo al mundo el jueves que se irá después de la Copa Laver la próxima semana; ella hizo públicos sus planes el mes pasado, y luego perdió en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos el 2 de septiembre-, el deporte parece estar en buenas manos mientras se prepara para seguir adelante.
“Ayudaron a moldear el tenis hasta convertirlo en lo que es hoy. Los echaremos de menos”, dijo Nick Bollettieri, entrenador del Salón de la Fama, sobre Federer y Williams.
“Tener a estos jóvenes siendo números 1”, dijo Bollettieri, que trabajó con las hermanas Williams, Andre Agassi, Jim Courier, Monica Seles y Maria Sharapova, entre otros, “va a suponer una gran diferencia para los circuitos”.
En primer lugar, no lo olvidemos: Rafael Nadal y Novak Djokovic siguen en activo, aunque las lesiones, en el caso de Nadal, y el estado de vacunación, en el de Djokovic, hayan limitado su capacidad para competir al máximo o siempre.
Se combinaron para ganar tres de los cuatro títulos de Grand Slam del año, elevando el total de Nadal a 22, la mayor cantidad para un hombre, y el de Djokovic a 21.
Williams tiene 23, y Federer 20, y ambos tienen docenas de otros trofeos, medallas olímpicas, cientos de semanas en el número 1 del ranking, etc.
Son abanderados no sólo por esas estadísticas.
Williams se convirtió en una celebridad, además de en una atleta que batió récords, y en alguien que ayudó a ampliar la audiencia de este deporte, al tiempo que inspiró a muchos niños a practicar el tenis. Rindió homenaje a Federer en su cuenta de Instagram, diciendo: “Bienvenido al club de la jubilación”.
Federer se convirtió en un embajador ampliamente respetado del juego, atrayendo también a aficionados y nuevos jugadores de todo el mundo.
Ahora, algunas de esas caras nuevas están preparadas para entrar en el espacio que se abrirá para nuevos campeones, nuevos espacios en horario de máxima audiencia en la televisión, nuevos acuerdos de patrocinio, nuevos intereses.
Uno nunca sabe cómo van a ir las cosas en el deporte, por supuesto, o lo que podría suceder en términos de lesiones, por ejemplo, u otros posibles obstáculos para una larga y distinguida carrera, pero Swiatek y Alcaraz parecen estar preparados para el éxito.