Tras anunciar que se postularía a la presidencia de su país, Filipinas, para las elecciones de mayo del 2022, automáticamente era de esperarse que el astro de ese país, Manny Pacquiao se retiraría definitivamente del boxeo.
Y ciertamente fue así, poco después de su postulación por el partido PDP-Laban, que lidera, Pacquiao anunció, “mi tiempo en el boxeo ha terminado”, en entrevista que concedió el pasado domingo a la periodista Toni Gonzaga.
Qué bueno que se haya decidido a hacer mutis, pues sin dudas, es una decisión acertada y la mejor que pudo haber tomado de cara al futuro.
Esto asì, porque un cargo de esta magnitud resulta incompatible con su deporte.Ademàs quedó evidenciado en su pelea del pasado 21 de agosto del presente año ante el cubano Yordenis Ugàs, que ya no es el mismo, que està en pleno ocaso y que, a sus 42 años de edad, las grandes facultades que exhibió, ya lo han abandonado, tal y como suele ocurrirle a todas las luminarias del coliflores.
Aunque en realidad presentò un combate competitivo frente a Ugàs, sobre todo en los primeros y medianos asaltos, su revés fue claro, frente a un boxeador que, si bien es bueno, no està a su nivel, en el supuesto de que el asiático, que tenía dos años sin pelear, hubiese estado en mejor momento y tenido menor edad.
Sin embargo, los años, como es natural, le pasaron factura a Pacquiao contra Ugàs, pelea en la que se vio claramente que ya no cuenta ni con los estupendos reflejos ni la velocidad meteórica que una vez exhibió.
Ello explica lo correcto de su decisión de retirarse, lo que habrá de evitar asumir riesgos innecesarios en una profesión que, como el boxeo, es extremadamente ruda y exigente, y a la que supo dar gloria y prestigio como pocos.
Ahora se va luego de 26 años de intensa actividad pugilística, en cuya carrera deja un legado impresionante en términos logros alcanzados, encabezado èste por la conquista de ocho campeonatos mundiales en pesos diferentes –aunque otros estiman que son sòlo seis, pues hubo dos de ellos que no fueron avalados por organismos reconocidos, aùn cuando en ambos le ganó a buenos boxeadores para conquistarlos-.
Su foja quedó en 62 triunfos, 39 de ellos ganados por nocaut, ocho derrotas y dos empates, expediente en el que protagonizò cruentos y épicos combates frente a lo mejor de lo mejor en las respectivas categorías en que combatió, incluidas figuras de la talla de:Floyd Mayweather Jr, Oscar de la Hoya, Miguel Cotto, Juan Manuel Màrquez, Erick Morales y Marco Antonio Barrera, entre muchos otros.
Con su determinación se va un grande. Ahora siendo un guerrero como siempre lo fue dentro del tinglado, comenzarà otra gran batalla en los difíciles escenarios de la política, un mundo complejo, no tan conocido para èl y el cual ya comenzó a explorar con éxito hace un tiempo cuando fue electo diputado y senador al Congreso filipino, cargos èstos que, a juzgar por la generalidad, ha sabido desempeñar con dignidad.
Habrà què ver, no obstante, si el pueblo, que lo idolatra y lo ha llevado a la cima de la popularidad, esta vez le responde y finalmente lo elige su presidente en los venideros comicios y lo convierte a su vez,- en un acontecimiento que serà histórico-, en el primer boxeador que logra tan magna distinciòn. Adiós a esta leyenda y la mejor de la suerte para él en su nuevo proyecto presidencial.
PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito, Manny Pacquiao debutó como profesional el 22 de enero de 1995, ocasión en que venció a su compatriota Edmund –Tin-Ignacio.!Suena la campana!!Climmp!
Pie:
Manny Pacquiao