Dentro de la clase que irà al Salòn de la Fama del Boxeo Internacional, con sede en Canastota, Nueva York, figuran tres grandes, cuyos nombres son bastante conocidos dentro de la afición a este deporte.
Se trata de los norteamericanos Roy Jones Jr y Gene Toney, asì como el boricua Miguel Cotto.
Los tres con sobrados mèritos para ocupar un nicho en el templo de los inmortales. Empero, en lo particular, nos ocuparemos de Cotto, por ser latino.
Probablemente a Cotto no se le ha ubicado todavía en la historia en el lugar que merece.Quizàs porque su retiro fue relativamente hace poco -2017-, no obstante, con esta elección, ya comienza a dársele reconocimiento, lo cual irà incrementándose con el paso del tiempo.
En efecto, Cotto, tras un exitoso historial en el boxeo olímpico, en cuyo lapso representò a Puerto Rico en diversos certámenes internacionales de relieve, incluidas las Olimpìadas de Sidney, Australia, en el 2000, debutò como profesional el 23 de febrero del 2001, ocasión en que noqueò a Jason Doucet.
Desde entonces, su carrera enfilò proa hacia la cúspide y se constituyò en protagonista durante la mayor parte de su trayectoria, en la que se mantuvo como peleador de primera fila hasta el final de la misma.
Su gran hazaña de convertirse en cuádruple campeón del mundo en pesos diferentes (welter junior, welter, mediano junior y mediano-, único puertorriqueño en lograrlo, lo colocan como uno de los màs grandes púgiles nacidos en Amèrica Latina.
De hecho, es de los pocos en alcanzar esa proeza, entre los latinos e incluso en el mundo. Cotto, un boxeador muy completo, dotado de virtudes extraordinarias, enfrentò y venció a los mejores de su época y sus verdugos, fueron púgiles altamente calificados y en su mayoría leyendas.
En ese orden, figuran hombres de la talla de:Floyd Mayweather Jr, Saùl –Canelo-Alvarez, con quien perdió cerrada decisión y Manny Pacquiao. En cambio logró victorias ante:Shane Mosley, Sergio –Maravilla-Martìnez, Zab Judah, Ricardo Mayorga y Antonio Margarito, con quien dividiò honores, entre los nombres màs notables.
Frente a todos ellos escenificò peleas memorales, llenas de intensidad y dramatismo. Fue imàn de taquilla e ídolo de la afición boricua y latinoamèricana.
Tras anunciar su retiro, el 2 de diciembre del 2017, oportunidad en que cayò sorpresivamente ante el joven estadounidense Sadam Ali, quien lo despojò del trono mediano junior de la OMB, exhibìa foja de 41-6, con 33 nocauts en su haber.
Cotto ha sido ejemplo dentro y fuera del ring. Su inducción al Salòn de la Fama, la cual se materializarà del 9 al 12 de junio del próximo año, es un acto de justicia, pues se supo ganar con creces esa distinción, sin dudas, la màs alta que puede recibir cualquier boxeador y la cual dedicò de manera póstuma a su fallecido padre, de quien dijo le inculcò principios y un alto sentido de responsabilidad para que, al margen de su gran talento, pudiese triunfar en esta ruda y apasionante disciplina. Nos unimos a esta acertada exaltación.PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: A propósito, es oportuno señalar que, el primer título que ganó Cotto, el de los welters junior -140 libras-, lo hizo tras vencer por nocaut al brasileño Kelson Pinto, el 11 de septiembre del 2004, en su natal Puerto Rico. En la ocasión ganó el trono vacante avalado por la Organizaciòn Mundial de Boxeo –OMB-. ¡Suena la campana! ¡Climmp!
Pie:
Miguel Cotto, izquierda, golpea al mexicano Antonio Margarito en la pelea de revancha entre ambos.Foto fuente externa.