MADRID, ESPAÑA – 02 DE MARZO: Un gol en propia puerta de Eder Militao dio al Barcelona una sorprendente victoria a domicilio por 1-0 sobre el Real Madrid en un tormentoso partido de ida de semifinales de la Copa del Rey disputado el jueves.
Los catalanes llegaban tras dos derrotas consecutivas y sin un trío de jugadores clave lesionados: el máximo goleador Robert Lewandowski, el centrocampista clave Pedri y el explosivo extremo Ousmane Dembélé.
Tras la eliminación del Barcelona en la Europa League a manos del Manchester United la semana pasada y la primera derrota de su historia contra el modesto Almería en Liga, los aficionados madridistas olieron sangre, pero se quedaron amargamente frustrados.
Militao desvió un rebote en su propia portería a los 26 minutos para dividir a los equipos y dar al Barcelona la ventaja antes del partido de vuelta el 6 de abril en el Camp Nou.
El Barcelona alineó a Marcos Alonso fuera de juego en el centro de la defensa, después de que Andreas Christensen sólo fuera considerado lo suficientemente apto para empezar en el banquillo.
Sergio Busquets disputó su 46º Clásico, superando así a Sergio Ramos y Lionel Messi, ex jugadores del Real Madrid y del Barcelona, y estableciendo un nuevo récord.
A pesar de la ventaja de siete puntos del Barcelona sobre el campeón Madrid en la Liga, los últimos resultados y actuaciones colocan a los blancos como favoritos para triunfar en el partido de ida, al menos según el entrenador del Barça, Xavi Hernández.
El Madrid no ha ganado el trofeo desde 2014 y empujó al Barça hacia atrás temprano, con Karim Benzema anotando, pero el gol fue anulado por un claro fuera de juego contra el delantero francés.
Un puñado de aficionados madridistas había protestado a las puertas del Santiago Bernabéu por la implicación del Barça en el “caso Negreira”: el club catalán pagó a un antiguo jefe arbitral por asesoramiento.
La temperatura subió considerablemente dentro del estadio cuando Vinicius Júnior fue amonestado mediada la primera parte por forcejear con Frenkie de Jong.
Vinicius tuvo suerte de no ver otra tarjeta amarilla, ya que se quejó a gritos con el árbitro, y Madrid todavía puede haber sido distraído por el argumento momentos más tarde, cuando el Barcelona se adelantó.
El gol llegó en contra de la corriente de juego, creado por Ferran Torres, que se deslizó a través de Frank Kessie, justo en el centro de la portería.