SANTO DOMINGO — La familia de los Tigres del Licey y la familia Pichardo se sienten muy tristes por la noticia del fallecimiento de Tom Lasorda. Así reaccionó el presidente del glorioso conjunto del béisbol invernal dominicano, doctor Domingo E. Pichardo Peña, al referirse al deceso este viernes 8 de enero de quien fuera uno de los más recordados dirigentes de la franquicia.
“Es una noticia muy triste tanto para el Licey como para mí como persona, ya que fue muy querido por mi padre, un gran amigo”, exclamó el jerarca del Club Atlético Licey en referencia a la gran relación que forjaron el Salón de la Fama de Cooperstown y el legendario presidente de los Tigres, ingeniero Domingo Ernesto “Monchín” Pichardo.
“Lasorda fue una persona muy querida por mi padre, un gran amigo, que manejaron una larga amistad hasta que mi padre falleció y aún después de eso me seguía distinguiendo con su cariño y con su recuerdo. Es una noticia muy lamentable”, expresó apesadumbrado el doctor Pichardo Peña.
Por la estrecha relación de colaboración que tuvo el conjunto azul dominicano con la Dodgers de Los Ángeles, su directiva extendió su pesar a la organización del actual equipo campeón de las Grandes Ligas, a la familia de Lasorda, así como a Rafael Ávila, antiguo director de la Academia Las Palmas, con quien el fenecido manager forjó una relación de hermanos.
Antes de convertirse en una leyenda de los Dodgers, Tommy Lasorda dirigió al Licey durante cuatro temporadas (1972-73, 1973-74, 1974-75 (terminó Manny Mota) y 1975-76). Se coronó campeón en las dos primeras de esas campañas y una Serie del Caribe. Antes dirigió al Escogido en la estación 1970-71.
A partir de entonces, durante las dos décadas en las que dirigió los Dodgers, Tommy fue un continuo visitante de la República Dominicana, en especial a sus amigos en el Licey, el ingeniero “Monchín” Pichardo y el señor Ávila.
En varios de sus visitas, el Licey lo distinguió con homenajes, incluidos lanzamientos de honor ante de partidos importantes y siempre fue buen muy bien recibido en sus oficinas y por el equipo, aunque en esos momentos no existieran relaciones de colaboración estrecha con los Dodgers, como fue en aquellos tiempos.