En un giro absolutamente inesperado, Carlos Correa aceptó firmar un contrato de 315 millones de dólares por 12 años con los Mets de Nueva York, después que su acuerdo pendiente con los Gigantes de San Francisco se desmoronó por preocupaciones sobre una lesión de tobillo sufrida por el pelotero boricua hace ocho años.
The New York Post fue el primer medio en informar el miércoles por la madrugada que el codiciado agente libre de 28 años aceptó un contrato con los Mets sujeto a una evaluación médica, que fue precisamente el problema con los Gigantes.
“Necesitamos una cosa más, y es esta”, dijo el dueño de los Mets, Steve Cohen, al Post desde Hawái. “Con esto estamos colmados”.
Cohen se encontraba en Hawai cuando negoció el contrato con el agente de Correa, Scott Boras, según el Post.
Correa, un campocorto elegido al Juego de Estrellas, sería el tercera base en el elenco estelar de los Mets, mientras su amigo y compatriota puertorriqueño Francisco Lindor continuaría como torpedero.
“Esto significa una gran diferencia”, dijo Cohen al Post. “Pensé que estábamos bien en cuanto a lanzadores. Necesitábamos un bateador más”.