Me luce que ha sido ajustada y bien pensada la repuesta del ministro de deportes, ingeniero Francisco Camacho, a la situación que se presentó con el formidable atleta dominicano Luguelín Santos, merecedor de cualquier distinción, por sus resultados atléticos que han puesto en alto la bandera nacional. .
Pienso que fue ajustada, porque ciertamente el respaldo del ministerio debe ser institucional, entre el Estado y las autoridades olímpicas, que a su vez administran los recursos vía las Federaciones deportivas nacionales.
¿Qué esos fondos son insuficientes?, es cierto. Por eso han surgido programas como el Parni y el Creso, que buscan fortalecer el respaldo a las élites atléticas del país.
Súmele el respaldo que se da a los mejores deportistas en las Fuerzas Armadas y la Policía nacional, donde cientos de ellos llevan en paralelo una carrera militar.
Las Universidades también aportan becas, para que al final, cuando llegue el retiro, puedan tener una carrera.
Pero este esfuerzo de forma disgregada no alcanza el objetivo de darle a nuestros atletas de alto rendimiento, el sostén necesario para alcanzar sus grandes metas.
Ganar medallas olímpicas es una tarea difícil y complicada, Hay que tener muchas ganas para ello, y sobre todo disciplina.
“Se requiere un buen entrenador, terapeutas físicos y psicológicos, buena alimentación, asistencia escolar o familiar para cumplir el objetivo.
Quizás ese era el planteamiento que Luguelín quería hacerle al ministro Camacho.
Tal vez el ministro no quería abrir esa puerta exclusivamente a Santos, porque tendría que hacerlo con los demás y prefirió la vía institucional, Federación de Atletismo, como ha explicado.
El deporte ha cambiado de rumbo, las federaciones internacionales han montado un tinglado que obliga a las naciones a acudir de forma reiterada a eventos clasificatorios, que obligan a naciones pobres como la nuestra a gastar muchos recursos en busca de lograr metas.
Tomemos como ejemplo el béisbol, que va para México a su tercer intento por ir a los juegos de Tokio. O el baloncesto que está en Lituania también en un tercer intento de ir a Japón.
¿Se imaginan cuánto dinero se ha gastado entre el Estado y el sector privado?. Aunque somos optimistas, no sabemos si se logrará el objetivo.
Soy partidario de que el país disponga de un mayor presupuesto para Deportes, que nos avoquemos a crear una mejor estructura de protección a los Atletas y el fomento, poniendo los recursos donde contribuya con el crecimiento y la calidad deportiva.
Tenemos muchas mentes brillantes en el deporte, que no han sido capaces de crear un plan duradero y consistente de producir éxitos deportivos a la vez que se proteja a los protagonistas, que surgen siempre de las clases más necesitadas.
No pretendo tener toda la razón, pero si se quiere hacer un cambio en el deporte, se requieren métodos e iniciativas que rompan el statu quo actual.
Pienso que el ingeniero Francisco Camacho, debe poner manos a la obra y cambiar para mejorar.