Por Rafael Baldayac
La primera carrera en la historia del mundial de Fórmula 1 se disputó el sábado 13 de mayo de 1950 en el circuito de Silverstone el, una pista creada sobre una antigua base de la Real Fuerza Aérea Británica y donde 26 pilotos se di
eron cita para el Gran Premio de Gran Bretaña.
Emilio Giuseppe Farina, más conocido como “Nino Farina” que con un único título del mundo, paso a la historia este dia tras convertirse en el primer campeón del mundo de la máxima categoría del automovilismo.
Con siete décadas y un recorrido de más de mil carreras la Formula Uno disputó su primera temporada con un calendario de apenas siete eventos, muy diferente a los actuales que superan las 20 pruebas.
El final de la Segunda Guerra Mundial permitió el nacimiento del mundial de Fórmula 1, con el establecimiento de un reglamento en 1946 que prosperó hasta la creación de la máxima categoría y un primer calendario con paradas en Gran Bretaña, Mónaco, Indianápolis, Suiza, Bélgica, Francia e Italia.
Atrás quedaban los oscuros años 40. 1950 suponía el inicio de una nueva década, el establecimiento de un nuevo orden mundial, y la FIA quiso contribuir a ello. Un año después de la creación del Campeonato del Mundo de Motociclismo, se disputaría el primer Mundial de Fórmula 1, que sólo consistía del campeonato de pilotos, ya que el de constructores no se instauraría hasta 1958.
Un total de siete Grandes Premios, considerados los más prestigiosos del momento, otorgarían puntos para el campeonato: Reino Unido, Mónaco, Suiza, Bélgica, Francia, Italia y las 500 millas de Indianápolis.
Esta última carrera norteamericana, que, a pesar de ser una prueba puntuable hasta 1960, fue absolutamente ignorada por los equipos europeos debido a los altos costes del viaje y a la incompatibilidad de sus coches con el reglamento de los Championship Car -actual IndyCar-.
Pero la Fórmula 1 no nació con ese nombre. De hecho, su primer registro fue Fórmula Internacional, aunque también era reconocida en Europa como Fórmula A, un escalón superior a la Fórmula 2 o Fórmula B.
El nombre final lo adoptó cuando la Fórmula 500cc, una categoría de monoplazas con motores similares a los de una moto, fue reconocida oficialmente como la Fórmula 3 en 1950. Esto originó que la Fórmula B mantuviera el estatus de Fórmula 2 y colocando a la Fórmula Internacional como la cima bajo el nombre de Fórmula 1.
EL NACIMIENTO DEL MUNDIAL
Durante la primera temporada de F1 que arrancó el 13 de mayo de 1950 en el autódromo Silverstone, el Gran Premio de Gran Bretaña, compitieron 26 pilotos de diferentes países.
La parrilla de 21 pilotos contaba con algunas particularidades. Por ejemplo, que la edad media de los pilotos presentes era de 39 años, siendo Geoffrey Crossley el más joven con 29.
En filas de 4 y 3 alternas, estaba liderada por los cuatro Alfa Romeo, con Nino Farina en la pole por delante de Fagioli, Fangio y el local Reg Parnell.
La superioridad de los Alfettas en carrera fue tal que, pasadas unas vueltas, se alternaron brevemente el liderato para entretener a la afición. Farina dominó la prueba y acabó imponiéndose, tras la retirada de Fangio con problemas de motor a ocho vueltas del final y un pequeño trompo que impidió a Fagioli pelear el triunfo.
A su lado estaban pilotos de gran experiencia como Luigi Fagioli, Louis Chiron y Philippe Etancelin, quienes sobrepasaban los 50 años. Giuseppe Farina tenía 43, mientras que el argentino Juan Manuel Fangio ya sumaba 38 primaveras.
Pero además de pilotos de amplio reconocimiento en la época, y que posteriormente se convertirían en históricos del deporte, una parte importante de la alta alcurnia se dio cita.
Estuvo engalanado el evento con la presencia de su real alteza, el Rey Jorge VI, así como de la reina Isabel, la princesa Margarita y los invitados Lord y Lady Mountbatten.
Y no solo con esta personalidades, sino también con la participación en pista del Príncipe de Tailandia Birabongse Bhanudej Bhanubandh, mejor conocido como Príncipe Bira, que corrió con un Maserati 4CLT/48. A su lado estuvo también el Barón suizo Emmanuel ‘Toulo’ de Graffenried con el mismo coche.
Un conocido músico de jazz, el belga Johnny Claes, también participó en el histórico evento al volante de un Talbot-Lago T26C con el que acabó la carrera a seis vueltas del ganador.