El pasado sábado, en el Caribe Royale, de Orlando, Florida, en una pelea que concitò poco la atención en Hispanoamèrica, pero que sì tuvo su importancia en la escena boxística internacional, el ruso Bakhran Mustazaliev, buen boxeador, pero desconocido para la inmensa mayoría, pulverizò todos los pronòsticos en su contra.
En la ocasión,su rival, el australiano Tim Tszyu subió como claro favorito para reconquistar el campeonato mundial de los medianos jr, versión Federaciòn Internacional de Boxeo -FIB-, que estaba en juego y en poder de Mustazaliev, quien hacìa la primera defensa de su trono.
Tszyu, con un historial mucho màs conocido (24-1,17 nocauts), ya había sido campeón de la división avalado por la Organizaciòn Mundial de Boxeo -OMB- corona de la cual había hecho varias defensas exitosas hasta perderla inesperadamente ante el norteamericano Sebastiàn Fundora el pasado marzo del presente año, a lo que se une el hecho de que había peleado con mejores boxeadores que su adversario.
De ahì el que se entendía que tenía todas las de ganar frente a Mustazaliev. Sin embargo, la realidad es que Mustazaliev resultó ser demasiado para Tszyu a quien propinò una verdadera paliza y humillò de manera impresionante.
En efecto, se tratò de un combate en donde Tszyu a lo mejor pudo haber menospreciado a su adversario, subió demasiado confiado y en cierto modo equivocò el plan de combate que debió ejecutar.
Tszyu desarrolló un combate muy franco, abierto, frontal, en donde prefirió el intercambio de golpes contìnuo, intenso, antes de boxear y ser màs cauteloso y en cierto modo conservador, en los primeros asaltos, aunque después, lógicamente, apretara el ritmo.
Dio la impresión de que Tszyu quiso terminar rápido la pelea e imponer temprano su poderìo y fortaleza, su valentìa y determinación.
No obstante, el plan no le resultó. Su valor indòmito le jugó en contra.Se olvidò de que Mustazaliev, tenía sus armas, que aunque poco conocido, es un boxeador capaz,toda de grandes recursos, un gran profesional que, tal y como lo dijo después de la pelea, se preparò al máximo para dar lo mejor de sì y salir triunfante.
Asì ocurrió. Despuès de un primer asalto que pudo tener una mínima ventaja a favor de Tszyu, en el segundo, Mustazaliev, aprovechò el escenario, comenzò su proyecto de demolición y envió tres veces a la lona en ese asalto al australiano. Las dos primeras con ganchos de izquierdas y la tercera con una derecha corta.
Tszyu sobrevivió al asalto de manera milagrosa y se podrìa decir que estaba noqueado de pie, que fue a su esquina de manera milagrosa. De hecho, antes de salir al tercer round, el médico de la arena lo examinó,porque suponía que todavía estaba muy golpeado, pero dio su visto bueno para que siguiera la pelea.
Ya en ese capítulo resultaba previsible que todo era cuestión de tiempo. Comenzaron las acciones y en las primeras de cambio Mustazaliev volvió a enviar a la lona a Tszyu por cuarta vez, con otra devastadora izquierda. El australiano se levantò tambaleante, el referì dejó que siguiera y Mustazaliev continuó su ataque lo que obligò a que la esquina de Tszyu acertada y oportunamente tirara la toalla.
Tszyu, aùn mal herido, como todo un guerrero que es, nunca se dio por vencido. Pero el tipo de pelea que desarrolló le perjudicò y de algún modo favoreció a Mustazaliev, quien lo golpeò con mayor facilidad y de manera despiadada.
A sus 29 años de edad, y después de dos derrotas consecutivas, habrá que ver en què condiciones quedó Tszyu después de la golpiza recibida. ¿Volverà a ser el mismo…?¿Podrà recuperarse y volver a ser campeón…? ¿Habrà terminado su carrera definitivamente…? Esa es una incògnita que sólo el tiempo podrá responder.
Un alerta para los demás campeones…
Ahora bien, en honor a la verdad, hay que darle tambièn crédito a Mustazaliev, quien para muchos resultó “un gallo tapao”, como se dice en buen dominicano.Enseñò clase, dominò a su antojo a un buen boxeador como Tszyu, a quien castigò como quiso, exhibió buen boxeo, inteligencia y poder en ambos nudillos.
Y ciertamente por alguna razón subió invicto a la pelea, con marca de 22-0, con 16 de sus triunfos por la vìa ràpida.
Su triunfo fue contundente, inobjetable y con ello dio una especie de “manotazo” sobre la mesa con lo que deja entrever de que con èl hay que contar en las 154 libras. Su victoria fue una alerta para los demás campeones y retadores de ese peso, en donde hay mucho talento.
Hombres como el norteamericano Terence Crawford, actual monarca avalado por la Asociaciòn Mundial de Boxeo -AMB-, y quien es considerado el mejor boxeador libra por libra del momento, Sebastiàn Fundora, quien ostenta las diademas reconocidas por el Consejo Mundial de Boxeo -CMB- y Organizaciòn Mundial de Boxeo -OMB-, asì como los retadores Vergil Ortiz (22-021 ko), el tambièn ruso Israel Madrimov y el exrey absoluto de esta división, Jermell Charlo, entre otros, deberán tener mucho cuidado con Mustazaliev, pues es una seria amenaza para cualquiera de ellos. No lo pierdan de vista. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito de los medianos junior, es oportuno decir que el primer boxeador de sangre latina que ganó el campeonato mundial de este peso, lo fue Oscar Alvarado, quien aunque se registra como norteamericano, tiene ascendencia mexicana.Alvarado, quien falleciò en Texas, en el 2021, conquistò el trono al vencer sorpresivamente por puntos al japonés Koichi Wajima, el 3 de junio de 1974, en Japòn. En la revancha, celebrada el 21 de enero de 1975, en el mismo país,lo perdió tambièn por decisiòn ante el propio Wajima. ¡Suena la campana! ¡Climmp!
Pie
Bakhram Mustazaliev,derecha, castiga a Tim Tszyu, previo a noquearlo en el tercer asalto. Foto fuente externa.