Aunque no con mucha frecuencia, cada cierto tiempo surge una figura extraordinaria en el boxeo asiático. Hace poco se fue el filipino Manny Pacquiao.
Pacquiao de hecho, podría decirse que llenó prácticamente una época y realizó proezas impresionantes durante su período de boxeador activo, que comprendió más de 25 años, en cuyo trayecto tuvo marca de 62-8-2, con 39 nocauts.
En ese sentido, cabe señalar que se convirtió en el único boxeador en ganar títulos mundiales en ocho pesos diferentes –aún cuando algunos dicen que fueron sólo siete, en razón de que ganó uno avalado por un organismo de escaso prestigio y reconocimiento, la Organización Internacional de Boxeo (OIB).
Sin embargo, su grandeza resulta incuestionable y se da por descontado que tiene su lugar seguro en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional.
Ahora surge el japonés Naoya Inoue, un fuera de serie a quien apodan “El Monstruo”, que a pasos agigantados se encamina a su consolidación definitiva como superestrella.
En efecto, Inoue marcha invicto en su joven trayectoria profesional, en la que suma 26 triunfos, con 23 de ellos por la vía rápida –un porcentaje de nocauts de 88 por ciento-.
En su más reciente victoria, el pasado martes, en su natal Japón, puso fuera de combate en el décimo asalto al filipino Marlon Tapales.
En la ocasión, Inoue se consagró monarca unificado de los supergallos -122 libras-, tras adueñarse de las coronas avaladas por la Asociación Mundial de Boxeo –AMB- y Federación Internacional de Boxeo –FIB-.
Esos tronos los unió a los del Consejo Mundial de Boxeo –CMB- y Organización Mundial de Boxeo –OMB-,que ya poseía, los cuales ganó al noquear al norteamericano Stephen Fulton, en diciembre del año pasado.
En cada una de sus salidas, Inoue, considerado hoy día como el segundo mejor boxeador libra por libra del momento –Terence Crawford es considerado el primero-, luce mejor y sus demostraciones son más impresionantes.
De hecho, ya suma siete nocauts en forma consecutiva y todo hace indicar que no tiene rivales en su nueva división de los supergallos, pues ha noqueado con relativa facilidad a quienes eran considerados los dos mejores:Fulton y Tapales.
Es muy posible que tenga que mantenerse por buen tiempo en las 122 libras debido a que su físico diminuto y delgado así lo deja entrever.
Es prudente señalar que ya también fue monarca absoluto de los gallos -118 libras-. Y previamente había conquistado los tronos minimosca -108 libras- y supermosca -115 libras-, lo que indica que ha sido rey en cuatro pesos distintos.Y si decide seguir subiendo de divisiones, en el supuesto de que su físico se lo permita, bien podría sumar más títulos mundiales, tal y como lo hizo Pacquiao.
Esto así, porque la calidad, cuya escuela boxística se caracteriza por su velocidad meteórica, devastador poder de puños y maestría en el golpeo al cuerpo, le sobra para ello.
No obstante, lo que se vislumbra es que sus planes son permanecer en los supergallos por buen tiempo y barrer con toda la oposición en este casillero para luego quizás, en un futuro verlo subir a la inmediata superior de los plumas -126 libras-, en donde igualmente podría hacer lo que ha hecho en sus anteriores categorías: Acabar con todos sus rivales y establecerse como el número uno. Es lo que se percibe en un boxeador de virtudes excepcionales, todo un fenómeno como lo es Naoya Inoue “El Monstruo”. Hay que seguir este hombre.
PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito de Inoue, es oportuno decir que éste ganó su primera corona, la mini mosca del CMB, el 6 de abril del 2014, cuando noqueó en seis asaltos a Adrián Hernández, en Japón. ¡Suena la campana! ¡Climmp!
Pie
Naoya Inoue