Para este sábado, en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, se celebrará el combate entre el astro mexicano Saúl “Canelo” Álvarez y el norteamericano Jermell Charlo.
El esperado duelo será por el campeonato mundial unificado de los supermedianos, 168 libras, que posee Álvarez.
Charlo, quien también es monarca unificado pero de los medianos junior, 154 libras, en condición de retador, tratará de ganar un segundo título mundial en peso diferente.
Para ello, subirá dos divisiones por encima de su peso natural, los medianos junior, en donde ha hecho toda su carrera.
De ahí que el peso, esas 14 libras por encima de su división habitual, representa la gran diferencia y un factor de vital importancia que incluso podría ser determinante en el resultado de la contienda.
Esto es así porque Charlo es tan buen boxeador como “El Canelo”. No obstante, habría que ver cómo asimila el aumento de peso, de qué manera se adapta a una nueva división a la que no está acostumbrado, en la que apenas hará su primera pelea.
El incremento en las libras, en su masa muscular, ¿le permitirá ser el mismo boxeador que siempre ha sido? ¿Tendrá la misma velocidad y movilidad, perderá o ganará pegada?
Además, ¿podrá soportar el golpeo del mexicano? Estas preguntas solo podrían tener respuesta durante el desarrollo del enfrentamiento y de algún modo representan incógnitas. Hay que tomar en cuenta, por ejemplo, que no es lo mismo la pegada de un 154 libras que la de un 168, sobre todo si se observa que “El Canelo” ha demostrado que, pese a que ha estado subiendo de peso (inició como welter), no ha perdido su pegada, con la cual puede hacer mucho daño.
La inactividad de Charlo…
Otro elemento trascendente y que podría afectar a Charlo, quien solo ha perdido una pelea y en cambio suma 35 triunfos, 19 nocauts con un empate, es su larga inactividad. El estadounidense tiene cerca de un año y medio sin pelear. Su más reciente pleito ocurrió en mayo del 2022 cuando noqueó en el décimo asalto al argentino Brian Castaño en una pelea de revancha para retener su corona.
Habrá que ver, no obstante, si este largo período sin ver acción no influye en su rendimiento. Por lo demás, aun cuando “El Canelo” sale favorito, Charlo tiene las herramientas para sorprender siempre que pueda asimilar los golpes de Álvarez y la pelea se extienda a los 12 asaltos a los que está pactada.
Para ello, deberá sacar provecho de su mayor estatura y alcance, haciendo un combate de alta velocidad, movilidad constante y utilizando golpes largos, básicamente jab y rectos, para impedir que Álvarez se pegue en corto, además de combinaciones de tres y cuatro golpes consecutivos (una táctica similar a la que empleó el ruso Dmitry Bivol cuando venció al mexicano).
“El Canelo”, por su lado, quien exhibe un palmarés de 59-2-2, con 39 por la vía rápida, además de que tiene ventajas en peso (está más estable en las 168 libras), ha enfrentado a mejores boxeadores que Charlo. Es decir, está más probado.
Empero, algo que en cierto modo preocupa es que en sus últimos tres combates (frente a Bivol, Gennady Golovkin, en su tercera contienda entre sí, y el inglés John Ryder), Álvarez no ha lucido bien, pese a que ganó a los dos últimos.
Esto ha motivado que se comience a especular que ha iniciado su declive como boxeador y que ya no es el mismo. Que conste, la observación tiene base si se advierte que ya cuenta con 18 años como profesional (debutó en el 2005) y que ha sostenido cruentos combates que, de algún modo, pueden haber provocado desgaste en sus grandes facultades y una intensa carrera.
Aun así, en lo particular, entendemos que Saúl “Canelo” Álvarez, si está bien preparado, en óptimas condiciones, con lo que le queda, debe vencer a Charlo, probablemente por nocaut, siempre que logre conectar un golpe sólido. Hay que seguir esta pelea.
Para que lo aprendas o lo recuerdes: A propósito del “Canelo”, es oportuno decir que este frente a Jermell Charlo hará la primera de tres peleas que firmó por 100 millones de dólares con el influyente promotor norteamericano Al Haymon, presidente de la Premier Boxing Champion. ¡Suena la campana! ¡Climp!