Castillos, quien es uno de los mejores organizadores de la disciplina del golf, externó su consideraciones en una comunicación enviada a este medio.
“Deseo expresarte mi opinión sobre las competencias deportivas internacionales.
Como preámbulo, es necesario estar conscientes de las precariedades que existen en nuestro país en cuanto a instalaciones para la práctica de todos los deportes. Falta de mantenimiento de las pocas existentes, poca utilería, falta de entrenadores, etc.
No hay dudas de que estas precariedades se derivan ya sea por falta de dedicación, escasos recursos económicos, indiferencia de las autoridades, corrupción, concentración de las inversiones en determinadas áreas geográficas, y un largo etcétera.
En base a esto, siempre he estado opuesto a que acudamos a participar en competencias en las que no tengamos una oportunidad razonable de lograr una posición final importante.
Me opongo, principalmente, a que aquellas disciplinas donde un equipo está compuesto por un número elevado de atletas, además de coaches, cuerpo técnico, fisioterapista, delegados del Comité y de esa Federación, acudamos a menos que, como dije, tengamos una posibilidad tangible de competir contra los demás, no una quimera de un sueño irreal.
A nivel mundialista y olímpico, a nivel de equipos, entiendo que solo y únicamente debemos participar en beisbol y en voleibol femenino.
En las otras disciplinas es participar para viajar, gastar un montón de dinero y, algunas veces, para la falacia de que se necesita foguear a esos atletas (si la competencia fuera en Cutupú de seguro que no estarían dispuestos a irse a “foguear”.
Es diferente cuando es una competencia individual. Para un boxeador, por ejemplo, la diferencia entre la gloria y el fracaso puede ser una simple trompada; no es la actuación coordinada de un gran número de jugadores.
Esa es la razón por la que ayer te envié una nota en la que expresaba mi desacuerdo del repechaje del baloncesto para ir a las Olimpiadas.
Me pregunto, ¿tendríamos en esos juegos una oportunidad razonable? Me atrevo a responder:
JAMAS.
Entonces, el enfoque obligado debe ser que tanto el COI, el Ministerio de deportes, como la Federación, el o los patrocinadores, el Creso, etc. dediquen esos recursos a desarrollar esa disciplina, construyendo instalaciones, manteniendo las pocas existentes, supliendo utilería, contratando entrenadores calificados, identificando prospectos y propiciando su desarrollo.
Es la forma de que en un futuro podamos ir a esas competencias y lograr una posición cimera, no con los resultados exiguos que hemos obtenido hasta ahora”.
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Rafael Octavio Castillos