MADRID (AP) – La victoria de España el 20 de agosto en la Copa del Mundo Femenina fue una ocasión trascendental para un país loco por el fútbol, pero la alegría dentro y fuera del campo pronto se vio empañada por el líder de la federación de fútbol del país cuando plantó un beso no deseado en los labios de una jugadora estrella durante la ceremonia de entrega de medallas.
Al negarse desafiantemente a dimitir mientras crecía la furia por el incidente, Luis Rubiales no hizo sino exacerbar la polémica, llevando a los campeones del mundo a decir que no volverán a jugar hasta que él se haya ido y a los fiscales a iniciar una investigación.
El incidente está provocando una reflexión nacional sobre el sexismo en el deporte y en la sociedad en general.
El escándalo del fútbol español ha atraído incluso a la madre de Rubiales, que lo defendió iniciando una huelga de hambre.
He aquí un resumen de los avatares de la polémica:
TODO EMPEZÓ CON UN BESO
Cuando el exultante equipo español se alineaba para recoger las medallas y saludar a los dignatarios tras vencer a Inglaterra por 1-0 en Sydney (Australia), Rubiales, de 46 años, agarró a la jugadora Jenni Hermoso, de 33 años, por la cabeza con ambas manos y la besó en los labios.
En conjunto, las acciones de Rubiales -repetidas una y otra vez en televisión y en las redes sociales- han arrojado luz sobre la forma en que el machismo impregna el fútbol en España y en todo el mundo.
El fútbol lleva años luchando contra las acusaciones de discriminación de la mujer y de conducta sexual inapropiada por parte de entrenadores y otros directivos contra las jugadoras de los equipos nacionale
REACCIONES INMEDIATAS
Antes incluso de abandonar el campo en Australia, Rubiales arremetió cuando se le preguntó por las críticas inmediatas que le llovieron en las redes sociales. Afirmó que el beso se lo había dado con cariño y en señal de celebración, e insultó a sus detractores con crudeza.
En un vídeo de Instagram grabado en el vestuario tras el incidente, los jugadores gritaban y se reían mientras veían el beso en un teléfono. Hermoso se rió y gritó: “¡Pero si no me gustó!” y dijo que no podía hacer mucho al respecto.
El beso de Luis Rubiales ha desatado una tormenta de furia sobre la igualdad de género que casi empaña la victoria sin precedentes, pero que ahora parece que pasará a la historia como un hito tanto en el fútbol español como en los derechos de las mujeres.(AP Photo/Manu Fernandez, file)
La federación española de fútbol emitió más tarde ese mismo día un comunicado atribuido a Hermoso, en el que decía que “fue un gesto mutuo totalmente espontáneo debido a la inmensa alegría de ganar un Mundial” y que ella y Rubiales “mantienen una gran relación”.
Pero Hermoso acusó a la federación a finales de semana de intentar presionarla a ella y a su familia para que apoyaran a Rubiales.
Las peticiones de dimisión de Rubiales no hicieron más que intensificarse.
A su regreso de Australia, Rubiales publicó un vídeo en el que intentaba reparar el daño diciendo que no tenía más remedio que disculparse. Reconoció que “seguramente cometió un error”, pero dijo que las relaciones con Hermoso y su equipo
La disculpa y su actitud chulesca sonaron falsas, y no hicieron sino avivar la ira de la opinión pública.
¿QUIÉN ES RUBIALES?
Rubiales jugó en varios equipos españoles menores y dirigió un sindicato de jugadores antes de ser elegido en 2018 presidente de la federación de fútbol del país, que dirige las selecciones masculina y femenina y forma a los árbitros, entre otras responsabilidades.
Ha sido elogiado por muchos por ayudar a la federación a aumentar los ingresos, pero Rubiales se ha visto frecuentemente envuelto en polémicas.
Rubiales revolucionó la Supercopa de España en 2019 al ampliarla de dos a cuatro equipos y llevarla a Arabia Saudí a cambio de 40 millones anuales. A los clubes y a la federación les encantó el dinero extra, pero la medida fue criticada por grupos de mujeres y de derechos humanos.
Rubiales es también vicepresidente del organismo futbolístico europeo UEFA -que ha guardado silencio sobre el escándalo- y encabezó lo que prometía ser su mayor premio: una candidatura conjunta para organizar el Mundial masculino de 2030 con Portugal, Marruecos y posiblemente Ucrania. Esa candidatura está ahora en peligro.
Aunque el gobierno español ejerce cierta supervisión sobre la federación de fútbol, no puede nombrar ni destituir a sus directivos.
LA REACCIÓN SE AGRAVA
Pocos días después del partido, el Presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, entró en la polémica diciendo que las disculpas de Rubiales eran insuficientes y que su comportamiento era “inaceptable”.
Un día después, Hermoso y el sindicato de jugadores emitieron un comunicado en el que afirmaban que el acto de Rubiales había sido inapropiado y no debía quedar impune.
Aunque históricamente el machismo ha estado muy arraigado en España, Rubiales no se ha adaptado a la rápida evolución de las costumbres sociales del país. El activismo por los derechos de las mujeres existe desde hace décadas, pero se sobrealimentó en 2018 tras un sonado caso de violación en grupo considerado como el momento “Yo también” de España.
Desde entonces, se han aprobado leyes que protegen el derecho de las mujeres al aborto y promueven la igualdad en el lugar de trabajo. Una polémica ley que define el consentimiento sexual se considera una de las más ambiciosas de Europa.