BUDAPEST, Hungría (AP) – Todo el descaro y la bravuconería se desvanecieron cuando la medalla de oro se colgó finalmente del cuello de Noah Lyles el lunes por la noche en los campeonatos del mundo.
El ganador de los 100 metros se dobló y rompió a llorar en la ceremonia, celebrada el día después de desafiar a los expertos y ganarse el título de “hombre más rápido del mundo” con una victoria en la que tradicionalmente ha sido su segunda mejor carrera.
Después de serenarse, Lyles se levantó e hizo una profunda reverencia a la multitud congregada en la plaza de medallas instalada fuera del estadio.
El momento le ha golpeado más rápido de lo que había previsto. Mucho más rápido que ganar sus dos títulos mundiales consecutivos de 200.
“Intento encontrar las palabras adecuadas, pero ésta es la medalla que más rápido me ha llegado”, declaró Lyles a The Associated Press en una entrevista concedida el lunes sobre su victoria. “
Esta, definitivamente es como, ‘Título del hombre más rápido del mundo. Título de campeón de los 100 metros. Correr el mejor tiempo del mundo. Ganar la medalla’. Es lo que he estado buscando durante tanto tiempo, y lo he conseguido”.
La convicción de que era el más rápido siempre ha estado presente. Esta victoria simplemente lo validó para todos los demás.
“Ahora todo el mundo lo cree, porque he ganado un campeonato”, dijo Lyles. “Pero siempre he sabido que soy el hombre más rápido del mundo, por eso es tan difícil para todos”.
Lyles terminó la carrera el domingo por la noche en 9,83 segundos, aventajando a Letsile Tebogo, el atleta de 20 años de Botsuana, y al medallista de bronce, el británico Zharnel Hughes.