SANTIAGO.- Desde hace casi tres décadas, al comienzo de año decenas de ciclistas realizan un recorrido, que une el Monumento a los Héroes de Santiago con el mítico reloj de la ciudad de Montecristi.
Es como una réplica de aquel manifiesto que firmaron Máximo Gómez y José Martí el 25 de marzo de 1889, para iniciar la lucha contra el colonialismo que tenía sometido los pueblos del Caribe.
El Comando Ciclístico del Norte (COCINORTE) MTB, mantiene esta tradición de hacer el recorrido del Clásico Santiago-Montecristi pedaleando por los bellos lugares de la caliente Línea Noroeste.
Son 125 kilómetros donde los habitantes de cada pueblo liniero, muestran su mejor sonrisa al paso de los pedalistas, que tienen su evento, el cual coincide con el Mes de la Patria.
El ingeniero Rafael Solano Liz, presidente del Comando Ciclístico del Norte, destaca el entusiasmo que muestran los pedalistas en cada edición del Clásico Santiago-Montecristi.
Hombres y mujeres pedaleando en sus bicicletas, pasan por Villa González, Navarrete, Barrero, Cruce de Esperanza, Mao, Laguna Salada, Jaibón, Villa Sinda, hasta hacer una breve parada para la foto en el arco que da la bienvenida a Villa Vásquez.
Pero, hay que continuar hasta la meta, que es el Reloj, insignia de la ciudad de Montecristi, para luego continuar a las cálidas aguas del Mar Atlántico, hasta divisar el gran espectáculo del Morro en forma de zapato.
El recorrido se hace en equipos, en familia o individual, en un magnífico contacto con la naturaleza, que demuestra que se le puede usar sin hacerle daños.
Al partir en el momento del recorrido, se deja el Monumento a los Héroes de la Restauración detrás, pero al regresa se tiene de frente con su imponente altura.
Es lo último que vemos al partir, pero lo primero que vemos cuando regresamos al lar nativo.
Pie de foto
Salida del Monumento
Primera bienvenida en Villa Vásquez
Bienvenido al llegar a Montecristi