El púgil ruso Artur Beterbiev reaparecerá este sábado en Londres, Inglaterra, tras varios meses de inactividad y recuperarse de una lesión que sufrió en los entrenamientos -que, inclusive, obligó a posponer este compromiso-.
Berterbiev, quien hizo su último combate en junio del año pasado, ocasión en que noqueó en dos asaltos al norteamericano Joe Smith Jr, expondrá el título mundial unificado de los pesos semicompletos -175 libras-, avalado por el Consejo Mundial de Boxeo –CMB-, Federación Internacional de Boxeo –FIB- y Organización Mundial de Boxeo –OMB-.
Su rival de turno lo será el inglés Anthony Yarde, una de las nuevas figuras del boxeo británico, quien buscará por segunda ocasión coronarse campeón del mundo.
En el 2019, Yarde disputó el campeonato mundial de la división al entonces monarca reconocido por la OMB, el también ruso Sergey Kovalev y en gran combate, cayó por nocaut en 11 trepidantes asaltos.
Esta vez, su rival será de mayor nivel. Un Beterbiev que marcha invicto, con un récord perfecto: 18 peleas, todas ganadas por nocaut, y está considerado hoy día como uno de los mejores campeones libra por libra.
Yarde, no obstante, tampoco promete ser un retador fácil para el campeón. En su caso se trata de un pugilista de gran talento, buen boxeo, velocidad y potencia.
En sus palmares exhibe marca de 23-2, con 22 de sus triunfos por la vía rápida. Es decir, sólo una de sus víctimas ha logrado sobrevivir al nocaut.
Ello explica que Beterbiev deberá hilar fino y emplearse bien a fondo para vencer a Yarde, quien inclusive tendrá a su favor el hecho de que estará peleando en su casa, ante su gente, en Inglaterra.
De ahí el que todo el público estará respaldando al inglés. Sin embargo, esto no parece preocupar a Beterbiev, quien ha dicho que el escenario no tiene importancia para él y que sólo está concentrado en su rival
Beterbiev, aún con la calidad de Yarde, saldrá como claro favorito, pues su nivel como boxeador es superior.
En efecto, Beterbiev, si bien no tiene la velocidad ni la elegancia de Yarde, es toda una máquina de tirar golpes, una locomotora que siempre está asediando a sus adversarios, aprovechando el más mínimo error para apabullarlos a golpes, un boxeador de presión constante, de enorme fortaleza, determinación, agresividad y consistencia.
El ruso es un púgil inteligente, con un estilo mecánico, no tiene esa gran movilidad, pero es avasallador, persistente, preciso y contundente en su golpeo.
Este patrón de pelea del monarca, plantea una situación altamente difícil para Yarde, cuyas mayores posibilidades radican en que tenga la capacidad de soportar los golpes de Beterbiev y logre ripostar de manera oportuna e imponer su estilo, rapidez y mejor boxeo para llevarse un triunfo por puntos y de paso dar la gran sorpresa.
Otra posibilidad para Yarde, quien es seis años más joven que su adversario (31 años contra 37 del ruso) es que logre abrir alguna cortada a Beterbiev y obligue a que detengan la pelea y le den el triunfo por nocaut técnico.
Beterbiev, de su lado, quien es nacionalizado canadiense, tiene posiblidades de triunfar por cualquier vía. En cualquier momento podría noquear a Yarde, por su poderosa pegada-el inglés también pega, es un duelo de pegadores, pero el ruso es mejor asimilador-, como también puede vencer por puntos a su retador.
En definitiva, pues, un pleito que se presenta exigente para los dos, pero desde nuestra óptica, Beterbiev debe ganar por su superior jerarquía y carácter como boxeador, determinación, agresividad, persistencia, asimilación y persistencia.
A ello se une el hecho de que,Beterbiev tiene en agenda una pelea unificatoria ante su compatriota, Dmitry Bivol, soberano de la Asociación Mundial de Boxeo –AMB-, en uno de los combates más esperados de los últimos los últimos meses, millonario y que habrá de definir cuál es el mejor campeón en este casillero. Esta es una motivación especial que tiene Beterbiev por la cual tampoco puede perder, ya que, de ser así, se arruinarían sus planes inmediatos. Ya veremos.
PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: A propósito de Beterbiev, es oportuno decir que, precisamente, en Londrés, Inglaterra, éste perdió su último combate como aficionado cuando cayó por decisión ante el ucraniano Olexandr Usyk, actual monarca unificado de los pesados. Fue en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. ¡Suena la campana! ¡Climmp!
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Artur Beterbiev, izquierda, y Anthony Yarde. Foto fuente externa.