LUSAIL, Qatar (AP) – Cristiano Ronaldo se alejó en la celebración, actuando como si hubiera marcado una vez más en la Copa del Mundo.
Esta vez no.
En cambio, fue Bruno Fernandes quien finalmente se atribuyó el gol que dio la victoria a Portugal por 2-0 sobre Uruguay el lunes, avanzando al equipo a los octavos de final.
Fernandes envió un centro desde la izquierda que apenas pasó por encima de la cabeza de Ronaldo y rebotó en la esquina de la red en el minuto 54 para dar a Portugal una ventaja de 1-0.
Un Ronaldo sonriente levantó los brazos, dando a entender que había dado el último toque, y se abrazó a Fernandes mientras se proyectaban múltiples repeticiones en primer plano en las pantallas gigantes del estadio Lusail.
Por desgracia para Ronaldo, el gol fue concedido a Fernandes, que añadió un segundo gol desde el punto de penalti en el tiempo añadido, tras una mano de José María Giménez cuando se deslizó para desafiar al director de juego del Manchester United.
“No creo que importe quién haya marcado”, dijo Fernandes sobre el primer gol. “La sensación en ese momento fue que él (Ronaldo) tocó el balón -yo se lo estaba cruzando-, pero lo importante fue que pasamos a la siguiente ronda y ganamos a un gran rival”.
A Fernandes se le negó el triplete prácticamente en la última jugada del partido, ya que su disparo desde fuera del área dio en el poste y salió desviado.
CONTROVERSIA POLITICA EN EL AMBIENTE
DOHA, Qatar (AP) – La derrota de Suiza hizo que su próxima revancha de la Copa Mundial fuera aún más atractiva, y con mucho más en juego.
Desde que se elaboró el calendario de partidos en abril, el partido del Grupo G entre Suiza y Serbia ha sido uno de los que hay que tener en cuenta. No sólo por el talento de los jugadores de ambos equipos, sino por las tensiones políticas que llevaron al campo cuando se enfrentaron en el último Mundial.
Hace cuatro años, en Rusia, el capitán de Suiza, Granit Xhaka, celebró su gol contra Serbia haciendo un águila bicéfala con sus manos: los pulgares representan las cabezas de las dos águilas y los dedos se abren en abanico para parecer plumas. La figura se considera un símbolo nacionalista albanés.
Xherdan Shaqiri añadió otro gol en el último minuto del partido, e hizo lo mismo con las manos en la victoria por 2-1 de los suizos en el segundo de los tres partidos del grupo.
Xhaka y Shaqiri son de origen albanés y tienen vínculos familiares con Kosovo. Eran adolescentes que crecían en Suiza cuando Kosovo declaró su independencia de Serbia, algo que los serbios siguen sin reconocer 14 años después.
Ambos jugadores fueron multados por la FIFA durante el torneo, y el gobierno de Albania abrió una cuenta bancaria para que la gente contribuyera a pagar las sanciones de 10.000 francos suizos (10.500 dólares).