DETROIT — Miguel Cabrera conectó tres imparables, y se colocó a uno de los 3.000 hits en su carrera, en la derrota de los Tigres de Detroit 5-3 ante los Yanquis de Nueva York en una fría noche de miércoles en el Comerica Park.
“Realmente tuve mucha suerte en un par de esos hits y perdimos el juego, así que no estoy muy emocionado en estos momentos”, declaró Cabrera. “Este juego es complicado”.
Los 17.268 fanáticos se pusieron de pie tan pronto como los Yanquis hicieron el tercer out del octavo inning. El público guardó un silencio absoluto cada vez que Clay Holmes se disponía a lanzar al plato, y Cabrera se ponchó con un sinker en cuenta de 1-2.
“Fue un tanto espeluznante”, dijo el manager de los Yanquis Aaron Boone. “Me alegra que no lo haya conseguido en ese momento”.
Cabrero dijo que no estaba pensando sobre el momento de llegar a los 3.000 indiscutibles.
“Estaba pensando en enfrentarme a un tipo que lanza sinkers de 97-98 millas”, comentó. “Estaba abriendo la entrada, estábamos perdiendo el juego y yo necesitaba embasarme. No lo logré”.