Previo a su pelea del pasado sábado ante el cubano Yordenis Ugàs, en el AT &AT Stadium de Arlingston, Texas, existìan muchas expectativas sobre el púgil norteamericano Errol Spence Jr.
Eran muchas las dudas que se cernìan sobre èl respecto a còmo vendría después del aparatoso accidente que sufrió en el 2019, la recién operación de desprendimiento de retina a que fue sometido y los 17 meses de anactividad que tenía sin subir a una pelea oficial.
Sin embargo, Spence Jr despejò todas las dudas en su duelo unificatorio por tres de las coronas mundiales welters -147 libras- frente a Ugàs, a quien podrìa decirse que superò en toda la línea previo a noquearlo técnicamente en 10 intensos asaltos.
En efecto, Spence jr desde el principio impuso ley sobre el cuadrilàtero. Llevò siempre la iniciativa, marcò el ritmo de la pelea y en base a un superior volumen de golpes, efectividad y persistencia,en sentido general, fue superior a Ugàs, quien no obstante, se portò valiente y siempre tratò de dar pelea.
Ugàs, incluso, tuvo su mejor momento en el sexto asalto, cuando conectò tres golpes a Spence, dos de ellos, contundentes. Primero una derecha que sacò el protector bucal al norteamericano, quien cometió el error de querer recogerlo de la lona, se confundió y entendió que el referì, Laurence Cole, había ordenado stop –que se detengan- y ahì aprovechò Ugàs para conectar un jab leve y luego una sòlida derecha que envió a Spence sobre las cuerdas en aparente malas condiciones. Ugàs no pudo rematar y Spence se recuperò y retomò el control de las acciones.
A partir del séptimo asalto, relativamente hubo un sòlo hombre encima del ring. Spence fue el agresor y continuò “martillando” el ojo derecho de Ugàs que estaba cerrado y del cual el antillano no podía ver-luego se le diagnosticò una fractura orbital- . Ya en el dècimo, despuès de recibir un persistente y fuerte castigo por parte de Spence Jr, el àrbitrò se compadeció de Ugàs, detuvo el pleito y se lo presentò al mèdico de la arena, quien ordenò detener la ya desigual contienda.
Con ello, Spence cumplió su promesa de que noquearìa a Ugàs. Su actuación fue convincente y su triunfo no dejó lugar a dudas. Se mostrò impecable, ofreció una de sus mejores demostraciones e inclusive bien podrìa decirse que superò las expectativas. En ningún momento evidenciò síntomas de su recién cirugía, el òxido del largo tiempo sin pelear o secuelas del accidente señalado.
Ahora Crawford…
Spence, quien se anotò su nocaut número 22 y extendió su invicto a 28-0, dejó abierta las puertas para que se materialice su esperado enfrentamiento con el otro fenómeno de la división:Su compatriota Terrence Crawford, quien tampoco conoce la derrota en 38 salidas, con 29 nocauts y posee el otro título que le falta a Spence Jr para completar los cuatro, el de la Organizaciòn Mundial de Boxeo –OMB-.
Spence, incluso, retò a Crawford, un triple campeón del mundo en pesos diferentes –ligero, welter jr y welter-, tan pronto concluyò la contienda. Esa ha sido la pelea esperada por años en las 147 libras y la que habrá de enfrentar a los dos mejores welters del planeta. Ahora parece ser el momento exacto para que pueda concretizarse.
Crawford hace rato que ha estado pidiendo a gritos este duelo. Y Errol Spence Jr està dispuesto a complacerlo. Sòlo falta que los promotores comiencen la negociaciones para que el mundo del pugilismo pueda disfrutar este año de una de las màs esperadas y que, en el papel de las conjeturas, promete ser una de las màs espectaculares y excitantes peleas de los úlltimos años. En los próximos días veremos què pasa al respecto.Estèn atentos. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito de los welters, es oportuno decir que Paddy Duffy fue el primer campeón mundial que tuvo esta categoría. Ocurriò el 30 de octubre cuando Duffy venció por nocaut en 17 rounds a William McMillan. ¡Suena la campana! ¡Climmp!
Pie:
Errol Spence, izquierda, castiga a Yordenis Ugàs durante el combate entre ambos. Foto fuente externa