El joven campo corto dominicano Oneil Cruz explosionó el pasado lunes en el partido en que su equipo, Piratas de Pittsburgh, venció 4-2 a los Cerveceros de Milwaukee.
Cruz fue factor de importancia capital en ese triunfo de los Piratas, en el que conectó de 4-3, un doble y remolcó dos carreras.Es decir, el nativo de Nizao hizo sentir su bate.
Y es precisamente lo que quieren los Piratas, sus parciales y la fanaticada dominicana, conscientes de que el muchacho, apenas 25 años, tiene el potencial para establecerse de manera definitiva como un jugador de valía en la Gran Carpa.
Sin embargo, la realidad es que la carrera de Cruz se ha visto seriamente afectada por las lesiones, lo que se ha constituido en su talón de aquíles en gran parte de su corta trayectoria en las Mayores.
Esto, lógicamente, ha motivado el que Cruz no haya podido explotar a plenitud el cúmulo de cualidades que atesora, muy especialmente como bateador, cuyo poderío al bate resulta incuestionable.
Cruz, inclusive, al margen de su salud, ha dado muestra de inconsistencia. Y ello ha quedado evidenciado en varias ocasiones.
Por ejemplo, previo a ese partido del día citado, el criollo estaba sumido en un slump que lo llevó a batear de 44-4 en sus 12 partidos anteriores.
Y aunque no al mismo nivel, eso ha ocurrido en temporadas anteriores desde su debut en el 2021. Cruz no ha podido ser lo suficientemente consistente en su producción ofensiva. Es cierto que la causa principal, cabe reconocer, ha sido su fragilidad en términos físicos. Empero cuando está saludable no ha producido con la continuidad esperada, aún cuando haya podido tener días en que su producción e incluso sus cuadrangulares resultan impresionantes.
Que se recuerde su mejor temporada fue la del 2022, ocasión en la que apenas pudo ver acción en 87 juegos. En 331 turnos al bate bateó para promedio de .233, con 17 jonrones, 45 carreras anotadas y 54 remolcadas, un OBP de .294, Slugging de .450 y OPS de .744.
El año pasado sólo pudo participar en nueve partidos y agotar 32 turnos, con siete vueltas anotadas y cuatro remolques, un vuelacercas y .250 de promedio.Es justo aclarar que la razón fue que a principio de la estación, el 9 de abril, Cruz sufrió una fractura en el ligamento del tobillo por lo cual debió ser operado y de cuya dolencia no pudo recuperarse, lo que incidió en que perdiera todo el resto del año.
Este año, por fortuna, Oneil Cruz parece recuperado de la cirugía a la que fue sometido. Hay muchas esperanzas de que pueda mantenerse saludable y los Piratas tienen fe de que al fin el poderoso infielder dominicano logre jugar a toda capacidad y de paso cumplir su primera temporada completa, en interés de que rinda al máximo y dar todo lo que se espera de él. Ojalá sea así, por el bien de su carrera, que va en ascenso, y de su equipo. Ya veremos. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES: Previo a que su carrera concluyera de manera trágica debido a una esclerosis lateral amiotrófica en 1939, Lou Gehrig era el “Caballo de Hierro” de Grandes Ligas tras haber visto acción en 2,130 juegos seguidos del 1ro de junio de 1925 al 2 de mayo de 1939. No pocos estimaban que esta marca, que permaneció por largo tiempo, era “irrompible”. Sin embargo, el 6 de septiembre de 1995, Cal Ripken Jr, Orioles de Baltimore, rompió el mítico récord al lograr participar de manera ininterrumpida en su partido número 2,131 – racha que inició el 30 de mayo de 1982- tras 16 años de intensa actividad en las Mayores.!Suena la campana! ¡Climmp!
Pie
Oneil Cruz